miércoles, 6 de diciembre de 2017

Mes 8. Masaje perineal. Cojera.

En las clases de preparación al parto nos han hablado mucho y bien del masaje perineal, y yo he comenzando a practicarlo, pero me resulta muy desagradable y molesto.

Semana 35 (primer embarazo)

Masaje perineal: Después de comentarnos en las clases de preparación al parto que este tipo de masaje en la abertura de la vajina puede ser muy útil para no rasgar el día del parto y para no necesitar la episiotomía, yo me he puesto a buscar en Internet las mejores formas de hacerlo, porque sobre todo no quisiera hacerlo mal y que sea peor el remedio que la enfermedad... Así que un día, después de despertarme, me levanté para lavarme bien las manos y luego volverme a la cama a relajarme y probar a hacer este tipo de masaje perineal. Me he lubricado la zona con aceite de rosa mosqueta y también los dedos. He visto que es difícil hacérselo a una misma y no he aguantado mucho, pues no solo es difícil el acceso por parte de una misma y con los dedos con los que se supone que hay que hacerlo, que la espalda no ha ayudado tampoco, pues la tengo muy dolorida. Así que probablemente me vea pidiéndole ayuda a mi chico. No sé si me dará vergüenza, o si me dolerá, pero hay que intentarlo.

Dolor en la cadera y cojera: Los dolores de espalda y como de lumbalgia que sentía están empeorando. Me he dado cuenta de que cojeo de la pierna izquierda. Creo que además influye mucho la postura del feto. Hoy lo he sentido moverse en forma vertical, es decir, golpes como patadas en las costillas y mucho movimiento bajo el ombligo. Solo de vez en cuando he sentido tirantez o presión en el lateral. Y aunque lo noto como si se hubiera colocado hacia abajo, siento su peso sobre todo en el lado izquierdo de la barriga, como si su cuerpecito estuviera hacia ese lado, con su espalda apoyada ahí. Por ello empiezo a pensar que es esta postura del feto la que me está haciendo daño en la cadera. Oye, que si es así todo indica que ha engordado y además está bien colocado de verdad, así que me alegro y aguanto los dolores con filosofía, pues sé que en unas semanas se me pasarán. La semana que viene toca ginecólogo y nos sacará de dudas.

Síntomas: Me cuesta menos dormirme por la noche, pues llevo unos días sin acidez de estómago y sin tener reflujo al acostarme. Ahora no hace falta que eleve tanto la cabeza para dormir, y así descanso mejor, pues ya comenzaba a dolerme el cuello también.
He tenido diarrea un día, y he bajado un poquito de peso, pero en los siguientes días me he recuperado, así que ha debido de ser un episodio sin importancia.

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