martes, 24 de abril de 2018

Las guarderías socializan?

Mi hija acaba de cumplir 16 meses y la mayor parte del tiempo la cuido yo, lo que significa que nunca ha pisado una guardería, y probablemente llegue al colegio sin haber visitado una. A todos nos gusta opinar sobre la vida de los demás y por ello a mí me han llegado todo tipo de comentarios al respecto pero los que más recibo son del tipo "llévala a la guardería para que aprenda a socializarse con el resto de niños", "así se relaciona con otros niños", "así se acostumbra a estar con otros niños antes de ir al colegio".

Pues bien, partiendo de la base de que mi hija continúa con lactancia materna casi a demanda (cosa que con la guardería no sería posible) diré que ella es muy sociable, tal vez más de lo que debiera, a veces tanto que llega a agobiar a otros niños.  Si además tengo en cuenta que una de las personas que me recomienda que la lleve a la guardería (escuela infantil o jardín de infancia) para socializarla es la mamá de una niña a la que no le gusta estar con otros niños, me veo capaz de hacer una afirmación tajante según mi opinión:

Los niños no aprenden a ser sociables, sino que lo son o no dependiendo de su carácter.



Y esto es así! Son personas que aprenden a relacionarse con su entorno, sí, lo que es frío, lo que es calor, lo que es suave, áspero, de un color o de otro, lo que les gusta y lo que no y por ello aprenden a distinguir con quién quieren relacionarse y con quién no. No aprenden a relacionarse sino a diferenciar con quién se sienten bien haciéndolo y con quién no, y mostrándonos su acuerdo o desacuerdo en cada momento. Si un niño no es sociable, aunque vaya a una guardería y se rodee de otros niños, si no quiere jugar con ellos no lo hará, y si le obligan a hacerlo lo pasará mal. Aprenderá a convivir con ellos, pues claro, no le quedará otra, pero eso va a suceder en breve, cuando entre en el colegio y durante el resto de su vida, y con el tiempo se irá dejando querer un poco más por personas ajenas y tendrá amigos, pareja, etc. Pero cuando son tan pequeños, ¿de verdad creemos que su cerebro pensará: "meca! hay otras personas en el mundo que no son mi familia y con las que tendré que vivir experiencias en el futuro obligatoriamente, así que o me adapto cuanto antes a estar con quien no quiero o lo pasaré mal"? Pues no. El niño evitará relacionarse con quien no quiere hacerlo. Se acostumbrará a ver a sus compañeros de guardería día a día y al pasar varios meses le serán tan familiares que aceptará hacer cosas con ellos como jugar, compartir, hablar... Pero bajo mi humilde opinión no creo que eso consiga que cada vez que un niño tímido, al que le guste poco o nada relacionarse con otros niños vea a uno que no conoce y directamente sea sociable con él, sino que escapará o lo evitará, porque ante todo es una persona y eso de relacionarse con desconocidos no le gustará por mucho que vaya a una guardería. Que no digo que no haya casos en los que la actitud del niño vaya cambiando y se vaya mostrando más extrovertido, pero yo creo que el responsable de eso no sería la guardería sino que el niño va creciendo y probablemente cambiaría poco a poco igualmente si no fuera a una, pero veo contínuamente niños de más de 2 años en el parque que escapan de otros niños, incluso de aquellos que son compañeros en la guardería, así que me temo que la socialización no es lo más frecuente.



En el caso de mi hija, sucede todo lo contrario, E. corre detrás de los niños en el parque, se queda frente a ellos allá donde los ve esperando que interactúen con ella. Se acerca a los grupos de niños mayores sonrientdo y se queda a mirar cómo juegan. Presta sus juguetes a los demás para aprender a jugar sin que nadie le haya dicho que lo haga. Y como he dicho antes puede hasta caer pesada por la obsesión que tiene por irse con cualquier personilla de su edad o un poco mayor.  Claro que entonces siempre está el comentario: "ves? le encanta estar con niños, sería más feliz en la guardería". Mi hija va al parque todos los días que hace bueno, además va a nadar con otros niños y se relaciona de vez en cuando con los hijos de  nuestros amigos. Puede ser que en la guardería lo pasara mucho mejor que en casa jugando sola o con su madre, pero lo que estas personas consejeras no entienden es que la niña demanda pecho cada poco y sus padres han decidido que la lactancia materna es lo mejor para ella a esta edad y la buena alimentación es lo que prima.



También es verdad que hay niños que por la situación familiar o el entorno de sus padres no tienen la oportunidad de relacionarse con otros niños de su edad ni siquiera en el parque. En este caso podemos llevar a un niño a una guardería porque puede gustarle estar con otros niños y puede ser muy divertido para él (siempre unos aprenden de otros, eso sí, lo bueno y lo malo), así que si es para la hora de jugar y nada más, me parece una muy buena idea. Ahora bien, si me dice alguien que es porque al niño se lo cuidan los abuelos y que son siempre los adultos los que juegan con él y no quiere que esté con personas mayores, en este caso sí que diría que es un error. Hay que tener en cuenta que los niños hoy en día entran al colegio con 3 años, es decir, pasan casi 12 meses siendo bebés que dependen de estar sentados donde les dejes o gatear por zonas muy restringidas y ver el suelo a todas horas, y luego 2 años en los que caminan y se relacionan con el mundo de una forma más libre. Dos años!! Solo 2 años!! De verdad tiene sentido cuestionarse si es bueno o malo que el niño pase mucho tiempo con adultos que juegan con él en lugar de con niños? Acaso cuando van creciendo no solicitan siempre a papa, mamá y a los abuelos que jueguen con él a esto y a lo otro? Es un niño muy pequeño que quiere distraerse, que le quieran y que jueguen con él. Si se ríe, se le ve feliz y distraído con los mayores, entonces es que no está triste, digo yo... Luego no nos obsesionemos con estas cosas si en breve, antes de lo que esperamos, estará teniendo que ir cada día al colegio con muchos más niños con los que se llevará bien y pasará los mejores momentos de su vida y con los que llorará porque se habrá peleado en clase.

Admitamos que necesitamos las guarderías para poder ir a trabajar, para tener un poco de tiempo libre, para descansar. Los niños tan pequeños nos absorben la vida porque son demandantes con eso de la lactancia materna, para la comida, a la hora de jugar e incluso para dormir. Saben, o quieren, hacer pocas cosas solos, y si nos dedicamos a ellos de forma intensiva puede ser malo, pero malo para nosotros, sus padres, no para ellos. Yo vivo en una zona donde no trabajar es raro y por eso hablar de guardería es lo más normal del mundo, todos los niños excepto mi hija y un par de niños más a los que cuidan sus abuelos van a la guardería. Aquí, en caso de que te hayas cogido una excedencia en el trabajo para cuidar tú mismo a tu hijo ( que suele ser de tan solo un año de duración) te miran con ojos de "eres mi héore/heroína, te estás sacrificando para darle lo mejor!". Pero eso sí, si no lo llevas a la guardería porque no trabajas fuera de casa y no tienes la necesidad de que otras personas te lo cuiden te miran como "pobre/pobrecilla, por no trabajar fuera su hijo se quedará sin socializarse con el resto de niños", jajaja y si encima es hasta que vaya al colegio te hacen sentir como si tu hijo estuviera faltando a las primeras reuniones de empresa... (es que claro, asistir a la guardería es muy importante antes de ir al colegio para aprender los números, y yo ya no duermo pensando que a mi hija se le darán entonces mal las matemáticas...). Ya no hablo de respetar la decisión de los padres a la hora de educar a sus hijos sino de no hacerles sentir mal solo por tener la suerte de poder decidir si quieren o no llevar a sus hijos a la guardería sin que eso tenga que ser por obligación, como por desgracia le sucede a la mayoría.

Dicho esto, concluyo que según mi opinión las guarderías son necesarias para que se socialicen* los padres pero no para hacer más sociables a unos niños que por su propio carácter no lo son.

*en el trabajo, con la familia, los amigos  y la pareja.


También te puede interesar:



viernes, 20 de abril de 2018

Matronatación: qué llevar a la piscina

Partimos de la base de que no se aconseja bañar en la piscina a los bebés menores de 6 meses, por lo tanto lo que aquí explico se refiere a bebés de mayor edad y para piscinas climatizadas, es decir piscinas que no están al sol y a las que podemos acudir durante todo el año.

La matronatación es una natación para bebés. A estas clases asiste también un adulto (padre o madre normalmente) que es quien ayuda al bebé a hacer los ejercicios en el agua y a sujetarlo. Así pues, como adultos, podemos tener bastante claro qué necesitamos para nosotros cuando vamos a la piscina: bañador, gorro, toalla y chanclas principalmente, además de gel, peine, muda limpia, etc. pero si se nos olvida algo nos aguantamos y punto, jeje.

Mi bebé tiene ahora 16 meses y va a matronatación desde los 9. Desde un principio tuve muy claro qué cosas debía llevar para mi, para la natación del bebé y para cambiarlo después, porque vamos a una piscina a la que llevo ya varios años yendo yo sola y sé cómo son las instalaciones. Además me había cruzado con otras mamás que llevaban a sus bebés y había visto qué llevaban consigo.

INSTALACIONES
  1. En primer lugar nos tenemos que informar si los vestuarios tienen cambiador o no, sobre todo cuando los bebés son aún muy pequeños y no se mantienen de pie o no saben caminar. Un cambiador es muy útil cuando sales de la piscina cuando el niño aún usa pañal, porque nos asegura poder cambiarle en un lugar seco. Otra opción es cambiarlo encima de nosotros pero corremos el riesgo de mojarlo con nuestro bañador (normalmente duchamos y cambiamos primero al bebé y luego nos duchamos y cambiamos nosotros, si es que nos da tiempo y es posible, claro), o bien secarle y vestirle en uno de los bancos del vestuario, pero  puede ser algo incómodo para el niño porque muchas veces estos son de tablones y no se pueden poner de pie sobre ellos. No obstante, vuelvo a decir que mi experiencia llega hasta que el bebé tiene 16 meses, ya veremos cómo voy cambiando la forma de hacer a medida que E. vaya creciendo. En caso de no haber cambiador en ninguno de los vestuarios siempre podemos colocar una talla bien doblada (por ejemplo la nuestra propia antes de que la usemos para secarnos) sobre un banco y cambiar ahí tumbado a nuestro bebé cuando aún es muy pequeño para ponerse de pie.
  2. Si nuestro bebé tiene mucho pelo tal vez nos interese saber si en  los baños hay secador de pelo. Yo comprobaría además la temperatura del mismo, pues en algunos casos es de aire muy frío y en otros quema. Si no hay secador, o el que hay no nos gusta, podemos llevar uno de viaje, que enchufe fijo que hay.
  3. Si estamos de ir a la piscina o al gimnasio sobra decir que el uso de las taquillas suele ir con moneda (normalmente de 1€) y hay que usarlas porque no está permitido bajas las cosas a la zona de aguas. Por lo tanto hay que recordar llevar una para guardar la cosas en una taquilla. Incluso a veces se hace necesario usar dos si son demasiado pequeñas, ya que recordemos que llevamos cosas para dos personas, el  adulto y el bebé. A veces la llave de la taquilla está enganchada en una especie de pulsera que puedes ponerte en la muñeca o atarte al bañador para no perderla. Si no es así, puedes enganchar la llave a una goma del pelo y ponerla en tu muñeca de forma que puedas bañarte con ella sin extraviarla.


PARA EL BAÑO DEL BEBÉ EN LA PISCINA

1. Hablamos de matronatación, por lo tanto se trata de natación para bebés de hasta 2 años aproximadamente, es decir , bebés que aún necesitan pañal, por ello es totalmente necesario comprar pañales de piscina, de esos que no absorben el agua ni se hinchan, pero retienen bien el pipí de nuestro pequeño (si retienen bien o no la caca, por suerte no lo he comprobado). Es fundamental coger la talla adecuada de pañal de este tipo porque normalmente no se ajustan con cintas adhesivas sino que van con un belcro que no se puede regular o directamente van cerrados y fruncidos con una gomita.
Pañales de piscina
2. Hay que recordar que nuestro bebé pasará a estar desnudo por completo en el cambio del pañal, por lo tanto viene muy bien una toalla o cambiador acolchado para tumbarlos sobre ella ya que el cambiador suele estar frío. Yo uso una de las de cuando E. era muy bebé y que quedaron ya algo viejas.
3. A veces no es necesario el bañador para los bebés porque el pañal de piscina ya les tapa el culito, pero E. sí que lleva, así no se quita el pañal y queda más mona, cómo no!

Toalla vieja para el cambiador, bañador y pañal de piscina
4. En caso de que tu bebé tenga ya el pelo largo deberías usar un gorro de baño.
5. Si va a ir caminando por la piscina hazte con unas chanclas o zapatillas de agua. O si lo prefieres unos calcetines de piscina, así no será necesario que se los andes poniendo y quitando al entrar o salir del agua.

chanclas, gorro y calcetines de piscina

6. Otra de las cosas más importantes es la toalla para secar al bebé. De hecho yo recomiendo llevar dos toallas o albornoz, una para poder cubrir al pequeño al salir de la piscina, de camino al vestuario, y que no pase frío, y otra para secarle después de la ducha ya en el vestuario. Esto es así por una razón muy simple y es que los pañales de piscina no absorben agua pero la acumulan en su interior y por lo tanto cuando sacas al bebé del agua y lo envuelves la toalla se empapa con este agua. Además es obvio que después del aseo lo adecuado es usar una toalla limpia y seca. Y si las toallas son con capucha mejor que mejor. Yo uso un albornoz para cuando sale de la piscina, así no se resfría por el camino (uno de los peligros de la piscina para bebés es el riesgo a cambios bruscos de temperatura) y una toalla tipo poncho con capucha para cuando la ducho y aseo en el vestuario.


Poncho de felpa con capucha
Albornoz con capucha





















PARA EL ASEO DEL BEBÉ EN EL VESTUARIO

  1. Debemos duchar bien al bebé cuando regresemos al vestuario para quitarle bien el cloro de la piel y para ello lo normal es que usemos el mismo gel/champú que usamos en casa. Si se deja y está tranquilo además podemos hidratarle con su crema para el cuerpo. 
  2. Para aquellos niños que tienen un pelo indomable habrá que llevar un cepillo o peine.
  3. Y cómo no, para cambiarle tendremos que tener a mano unas toallitas húmedas y un pañal limpio de los habituales.

Pañal, toallitas húmedas, gel y crema hidratante para el bebé

OTRAS COSAS QUE SE PUEDEN LLEVAR PARA LA SALIDA

1. Yo aseo a E. en la ducha del vestuario tan bien como si estuviera en casa, así que aprovecho a ponerle ropa limpia, o al menos un body limpio.
2. También llevo siempre una bolsa de plástico donde meter todas las toallas mojadas, el bañador y la ropa que esté sucia. así en cuanto llego a casa lo vacío directamente en la lavadora.
3. Siempre se ha dicho que "la piscina da hambre" y esto se cumple también con los más pequeños, pues aunque creamos que no han hecho demasiado esfuerzo durante la clase, al terminar el aseo está casi seguro que tendrán apetito, así que hay que procurar tener a mano algún aperitivo para ellos. Cuando aún son muy pequeños habrá que ofrecerles el pecho en caso de lactancia materna (normalmente les suele gustar mamar nada más regresar al vestuario, aún envueltos en la toalla de la piscina, así estarán mucho más tranquilos y relajados mientras les aseamos después) o el biberón (no lo sé por experiencia sino porque veo a otras madres, pero parece que lo mejor es dárselo cuando acabas de vestirlos, porque así están tranquilos comiendo mientras tú te vistes). Si son algo más mayores y ya comen otras cosas diferentes a la leche puedes llevarles tortitas de cereales, compota de fruta, etc. o algún alimento que puedan sujetar y comer ellos solos mientras tú te arreglas. Y aunque hayan tragado agua durante la clase de natación hay que proporcionarles siempre agua fresca para acompañar al aperitivo.


tortitas de maíz, vaso, body, compota de fruta, bolsa de plástico y botellín de agua


lunes, 16 de abril de 2018

El duende que me mueve las cosas de sitio

Cuando nuestros pequeños comienzan a caminar es cuando pueden explorar mejor el mundo que les rodea. En nuestro caso E. comenzó a caminar sola con 12 meses y desde entonces a penas la hemos visto gatear de nuevo. Claro! De pie ya no duelen las rodillas (han desaparecido los moratones en ambas), puede transportar cosas en las manos mientras se desplaza, tiene una visión periférica mejor de todo lo que le rodea mientras se mueve por casa... Así que a eso de los 13 meses, cuando ya dominaba bien sus pasos es cuando empiezamos a ver que se movían las cosas de sitio... Sería que teníamos un duende en casa?

E. ya tiene casi 16 meses y de momento no ha hecho ninguna trastada gorda, pero suponemos que algún día nos encontremos con una travesura de verdad, de esas en las que no le puedes reñir porque tú eres el mayor responsable pero que darías lo que fuera porque no hubiera pasado (vamos, que aún no nos ha tirado nada al retrete porque al baño solo entra con nosotros y aún no sabe levantar la tapa pero sabemos que algún día pasará, y esperamos que no sea un móvil o algo de importancia lo que eche en él...). Lo que ha hecho hasta ahora es mover de sitio libros, latas de comida, y cosas sin mucha importancia. 

Aquí van algunas fotos que muestran lo que hace nuestro duende y los recordatorios que nos hemos ido marcando para el futuro:







Dejas la lavadora con la puerta sin cerrar del todo y cuando vas  a meter la colada te encuentras con una lata de comida dentro. Otro día te encuentras juguetes en el cesto de la ropa sucia.
Recordatorio: Meter las prendas de ropa sucia a la lavadora siempre de una en una.

Te pones a tender pero te faltan pinzas y no es que hayas preparado una colada mayor que habitualmente. Así que paseas por casa para ver dónde pueden estar y te las encuentras en un sillón.
Recordatorio: El duende de la casa tiene lugares preferidos donde guardar sus tesoros. Cuando pierdas algo busca primero en ellos.


Dejas que tu pequeña rebusque en tu bolso, estás segura de que no hay nada peligroso para ella en él, pero no le quitas la mirada de encima mientras va sacando tus cosas y estudiándoselas. Pero el día que vas a pintarte los labios te das cuenta de que en algún momento dejaste de mirar y destrozó el labial.
Recordatorio: no solo tengas cuidado de lo peligroso para tu bebé, sino también de lo que no quieres que te estropee.

Has reñido varias veces a tu hija por urgar en la tierra de las macetas y cuando crees que ya has conseguido que no se la lleve a la boca o que ni siquiera le preste atención a las plantas, vas a regarlas y te encuentras una manopla de esas que solo una vez intentaste ponerle y desististe por imposible.
Recordatorio: mirar en las macetas siempre antes de regar las plantas.


Te pones a doblar la ropa limpia  varias horas después de haberla retirado del tendal, vamos, cuando puedes, y te encuentras el mando de la tele (esto solo pasa cuando papá no está en casa, por qué será?... jeje)
Recordatorio: dejar los pequeños aparatos electrónicos o con pilas fuera del alcance de la pequeña.

Estás barriendo como siempre y te vas encontrando lo típico, juguetes por el suelo, pelusas, alguna miga... pero llegas a la colchoneta de juegos y echas de menos no tener unas gallinas a mano para que se coman todas esas galletas que tu hija te ha estado pidiendo y que te hacían pensar "pues va ser que ahora le gustan!".
Recordatorio: si no le gustan las galletas, no te fíes cuando te pide una segunda.



Hay mucha gente que nos metía el miedo en el cuerpo: "ya verás cuando camine... uff", "prepárate a correr cuando camine", "vas a necesitar mil ojos cuando camine"... Pero al final no ha sido para tanto. Al revés, es mucho más fácil cuidar de ella. Al principio escuchas por donde está en casa porque sus paso son muy torpes y hacen mucho ruido con sus zapatillas. De hecho, ahora que ya no se la siente caminar (solo cuando corretea, o cuando cae y hace "pum"), seguimos sabiendo por donde anda, porque un niño no sabe ir sigiloso. O lleva algo en sus manos arrastrando, o va riendo, o llamándote, o balbuceando solo... Pero eso sí, en todo momento hay que tenerlo controlado. No basta con creer que se tienen todos los medios de seguridad de casa bien instalados (protectores de los enchufes, esquineras, armarios y cajones bloqueados...) porque a veces estas pequeñas criaturas se las apañan para acceder donde menos te lo esperas y liarla (la tele puesta no ayuda, por eso la mamá de E. no la suele poner y acaba estraviando el mando de la tele). 

Sigo defendiendo pues que el mejor método de seguridad del hogar para los niños pequeños es estar con ellos en el mismo cuarto y tenerlos siempre a la vista. Claro que esto no siempre es posible porque no puedes tenerlos atados a una trona todo el día, necesitan moverse, y a la vez tú necesitas ir de un lado para el otro, sobre todo cuando enderezas tu hogar. Pero yo soy de la opinión de que también hay que ir dándoles un poco de confianza para que ellos exploren la casa, que también es la suya, a sus anchas. Para ello se les puede dejar un par de habitaciones abiertas: aquella en la que estemos nosotros y otra más, para dejar que tengan la libertad de desplazarse sin que les veamos.  En nuestro caso el dormitorio que le solemos dejar abierto sin problemas es su propio dormitorio donde no tenemos nada peligroso para ella y donde tiene muchos de sus juguetes. Allí puede entrar siempre que quiera. No obstante a los más pequeños les gusta estar cerca de nosotros. Son ellos los que no quieren perdernos de vista y serán capaces de coger sus juguetes y traerlos hasta donde estamos para jugar delante de nosotros o incluso solicitarnos que lo hagamos con ellos. La regla de oro para cuando no los tienes a la vista es ir a mirar cada dos por tres (que a veces es cada 5 minutos y otras cada diez) y tener en cuenta que si están en silencio lo más probable es que estén liando alguna, así que si te das cuenta de que hay demasiada paz en casa, sal corriendo a mirar lo que hacen.

Lo dicho, deja que tu bebé explore, sobre todo cuando esté bajo tu atenta mirada, cuando sepas que no corre ningún peligro y lo único que esté haciendo es ensuciar, esparcir cosas, desordenar, porque a tí te tocará recogerlo después, sí, seguramente, pero él estará disfrutando de lo lindo, comprobando nuevas texturas, tamaños, temperaturas... En definitiva, descubriendo esos objetos cotidianos con los que convive y que no tienen nada de peligroso. Sus mejores juguetes son las cosas corrientes de casa, y además puede que esa sea la única vez que le llamen la atención, deja que lo disfrute.

Que más da que te saque los libros de la estantería y los ponga en el suelo si no los rompe?
Qué más da que te baje las latas de conservas al suelo y haga torres con ellas?
Qué más da que te coja las zapatillas y las coloque en el mueble de la televisión?
Deja el "no toques eso" para lo peligroso, que por desgracia también son muchas cosas, y ellos no pueden asimilar todas las órdenes y negativas cuando aún son tan pequeños.

E. al principio me cogía el cesto de las pinzas de la ropa mientras yo tendía y me las tiraba todas por el suelo. Ahora lo que hace es venir conmigo e ir dándomelas a medida que yo se las pido. Incluso se pone de puntillas haciendo el amago de prenderlas ella misma en el tendal. Si la hubiera reñido el primer día que las tiró, en el futuro no querría ni tocarlas y seguro que no me ayudaría nunca a hacer esta tarea.

Así que aprovecha la situación para enseñarle a usar todo aquello que le llame la atención, o simplemente quédate mirando qué es lo que hace con ello, qué se inventa, qué descubre, cómo se siente seguro de su autonomía!!

Por eso yo no quiero meter el miedo en el cuerpo a nadie cuando su bebé comienza a caminar y mi frase para esos papás primerizos es:

Vuestro bebé comienza a ser independiente para muchas cosas, disfrutadlo!


También te puede interesar:







martes, 10 de abril de 2018

Lactancia para mamás primerizas: ante la duda ponlo a mamar

Después de más de 15 meses con lactancia casi a demanda (y digo casi a demanda porque son pocas veces las que le he negado el pecho a mi hija y además siempre ha mamado directamente de mí, ya que no le gusta la leche en biberón o en taza) puedo hablar un poco del tema. 



Yo soy una mamá primeriza y desde que me quedé embarazada decidí que la alimentación de mi hija sería con leche materna si era posible. Este "si era posible" es lo que muchas otras madres como yo se repiten durante el embarazo, como si lactar fuera un deseo que pudiera truncarse fácilmente por muchas razones. 

Llevo más de un año de experiencia y me he ido informado sobre lo que es la lactancia así que me he dado cuenta de que lo primero con lo que debemos terminar es con el prejuicio que tenemos al pensar que "podría no ser posible". Es como si nos vamos de viaje a un destino que no conocemos y alguien nos pregunta "¿Qué harás durante tu estancia?" Y respondemos: comer y dormir si es posible. A ver, comer y dormir lo hacemos cada día, es lo normal, por eso no respondemos así, porque damos por hecho que comeremos y dormiremos, aunque podría pasar algo que hiciera que eso no fuera posible, claro que sí, pero sería lo menos probable, pues para la mayoría de la población, por suerte, comer y dormir es algo habitual. Con la lactancia pasa igual, lo natural y más probable es que podamos dar el pecho a nuestro bebé, y por eso no debemos estar esperando a que algo falle. 

Basta con que nos dejarnos asesorar y ayudar, solo que a veces la información no está clara porque nos explican demasiadas cosas. Si hay problemas de verdad llegará después, como un contratiempo más.

Por eso voy a enumerar los consejos que a mí me dieron y que me sirvieron para una lactancia exitosa, de forma breve y clara:
  1. Cuanto más tiempo esté el bebé al pecho más leche tendrás.
  2. Si llora y no sabes lo que le pasa, ponlo a mamar.
  3. Si se despierta ponlo a mamar.
  4. Ante la duda, ponlo a mamar. 
  5. Si das de mamar al bebé a menudo seguirás teniendo leche.
  6. Si te hace daño al succionar apártalo inmediatamente e intenta colocarlo bien de nuevo.
  7. El recién nacido ha de tocar su barriga con la tuya mientras mama, no permitas que tenga el cuello girado.
  8. Hazte a la idea de que dormirás menos y de noche tendrás que despertarte varias veces.


Los puntos 4 y 6 que he marcado en negrita son, bajo mi punto de vista, los más importantes. No son consejos que ayuden a superar una obstrucción mamaria, o hacer que tu bebé coma más. En caso de que tengas problemas, que surja algo que no va bien, no dudes en ponerte en contacto con expertos sobre lactancia que te pueden ayudar presencialmente o por Internet. 

Lacta en la calle si es necesario

Lacta comiendo si el bebé tiene hambre

Lacta nada más dar a luz

Lactar duele? A veces sí, pero en contadas ocasiones.
Duele cuando los pechos están congestionados, cuando sube la leche los primeros días después de dar a luz. También puedes sentir calambres u hormigueos en los pezones mientras el bebé mama, incluso en el pecho del que no lo está haciendo, pero te acostumbras porque es perfectamente soportable y solo lo sientes al principio de la toma. Las fisuras duelen, y mucho, pero se pueden prevenir con el punto 6, y se pueden curar (no dejes pasar el tiempo y ponlo remedio antes de que empeoren). También puede dolerte el pecho si el bebé te muerde, pero incluso cuando le salgan los dientes será soportable y no pasará de un susto.

A demanda significa mínimo cada 3 horas? No.
A demanda significa que apliques el punto 4 que he comentado antes: ante la duda ponlo a mamar. Llora? Ponlo a mamar, igual tiene hambre. 
Se queja? ponle a mamar, igual tiene sed. 
Se ha despertado? Ponlo a mamar, a todos nos gusta tomarnos algo cunado nos levantamos de la cama. 
Quieres que se duerma? Ponlo a mamar, el efecto de succión le relajará. 
Tiene hipo? Ponlo a mamar y se le quitará. 
Hace calor? Ponlo a mamar y se hidratará.
Por eso, ante la duda, ponle a mamar.

Es que necesito descansar, me gustaría dormir varias horas seguidas: Duerme cuando duerma el bebé.
La lactancia es agotadora durante esos meses en los que se da a demanda. Serán pocas las ocasiones en las que el bebé duerma más de 5 horas seguidas, hazte a la idea lo antes posible, el cuerpo se acaba acostumbrando. No temas por el cansancio, la oxitocina que segregas cuando lactas te reconfortará. Y si no lo hace, puedes combinar lactancia materna con lactancia en biberón (ya sea con tu leche o con leche de fórmula) para que se lo dé alguien mientras tú descansas. Esto último a mi no me funcionó, porque mi bebé nunca quiso ni chupete ni biberón, así que en todo este tiempo son escasas las ocasiones en las que he podido dormir más de 5 horas seguidas. Y reconozco que cuando me he sentido agotada creía que era por no dormir, pero ahora sé que se trataba de algo más psicológico que físico, porque aunque es recomendable dormir varias horas seguidas, somos capaces de adaptarnos a hacerlo por periodos de tiempo cortos, y para eso están las hormonas, que ayudan a que así sea.

Me duele la espalda: da de mamar tumbada.
Los cojines de lactancia son muy útiles para tener una buena colocación a la hora de dar de mamar, pero a veces, por la constitución de la madre o el tamaño del bebé no es así, por ejemplo que la madre tenga el pecho firme y pequeño y el bebé sea pequeñito. En ese caso ayúdate de más cojines para elevar al bebé y que quede perfectamente delante de tu pecho. Puedes probar también a darle de mamar tumbada, con él bajo tu axila (hay muchas foros en Internet donde te explican varias posturas buenas) pero procura no quedarte dormida antes que él. Cuando el bebé esté dormido llévalo a la cuna (o que alguien te lo lleve) y tú aprovecha a descansar, pues al ser tan pequeño no es recomendable que se quede en la cama contigo.



El bebé no mama lo suficiente: sácate la leche.
La leche contiene una enzima que si se acumula en gran cantidad en el pecho (por ejemplo cuando este lleva mucho tiempo sin vaciarse) inhibe la producción de más. Por eso para la producción continua de leche lo importante es ir vaciando el pecho, ya sea porque el bebé mama o porque te extraes la leche con otro medio (manos o sacaleche). Si consideras que el bebé debiera comer más antes de quedarse dormido hazle cosquillitas en las plantas de los pies para estimularle. También puedes mantenerle las piernas más fresquitas que el resto del cuerpo, pues el exceso de calor le amodorrará y será más difícil que mame. Además puedes aprovechar esos primeros días antes de regularse la producción de leche para sacarte el exceso de la misma y hacerte una reserva en el congelador, consiguiendo a la vez seguir produciendo leche.

Si quieres lactar, primero piensa que puedes!!

Y luego recuerda: ante la duda, lacta!!


También te puede interesar: