martes, 26 de diciembre de 2017

Me pongo de parto (2da parte): Vamos al hospital

Llevo dos horas con contracciones muy seguidas y bastante intensas así que decidimos ir al hospital. Y aunque me exploran y me dicen que estoy algo verde, rompo aguas y ya nos tenemos que quedar allí. Al principio dudo en ponerme la epidural y para cuando deciden ponérmela es momento de ponerme a empujar.

Marchamos al hospital:

Bajamos al garaje con las maletas para el hospital. Estamos entre nerviosos e ilusionados. Justo cuando me voy a montar en el coche me viene una contracción así que he de bajarme rápido y me quedo agarrada a la puerta del copiloto para soportarla. Es muy muy intensa, lo cual me ayuda a pensar que hacemos bien en irnos ya.

Comienzo...Duración...Intervalo
04:11...........0:59...........4:46

No soporto las contracciones sentada así que durante el trayecto al hospital voy temiendo que me venga alguna.  Pero lo raro es que en los 9 minutos que tardamos en llegar no tengo ninguna. Dios mío, nos empezamos a poner nerviosos. A ver si se va a parar el parto ahora... Pero llegamos al aparcamiento del hospital y me viene otra contracción. Genial, así puedo salir del coche y afrontarla de pie igual que la del garaje.

Comienzo...Duración...Intervalo
04:20...........1:08...........9:26

Entramos por urgencias:

No hay nadie en la sala de espera de urgencias del hospital así que no tardarán en atendernos. De hecho la mujer de administración avisa al celador nada más verme entrar por allí. Mi chico me mira cada poco para preguntarme con la mirada si me viene alguna contracción más, y yo le digo sorprendida que no. Están pasando los minutos y esto parece que se ha parado.

Al fin me viene una contracción, han pasado diez minutos desde la última, la que tuve en el aparcamiento del hospital. Ya me voy aocstumbrando al dolor y no es que sea soportable, pero asumo que ha de ser así y pronto daré a luz a mi pequeña.

Comienzo...Duración...Intervalo
04:30...........0:50...........10:12

Me traen una silla de ruedas. No es que no pueda caminar, pero cuando me viene una contracción me cuesta mantenerme en pie, me deja totalmente paralizada. La sensación es como si me quisieran separar las piernas del tronco. A partir de entonces lleva el móvil mi chico con la app abierta para seguir registrando las contracciones mientras me bajan a la sala de monitores.

Comienzo...Duración...Intervalo
04:36...........0:30...........5:58
04:41...........0:39...........4:56
04:45...........0:31...........3:40

Las contracciones que registra mi chico parecen más cortas que las que venía teniendo hasta ahora, pero lo que ocurre es que entre que le digo que me viene una y él activa el móvil pasa un rato. No es como cuando  uso yo la app que inmediatamente le doy al contador.

Monitores:

La matrona de guardia me conecta a monitores, así que no es necesario que sigamos registrando las contracciones con el móvil. (Editado: luego me arrepiento de ello, pues creía que el papel donde se registran las contracciones me lo darían como cuando fui a monitores en el ginecólogo, pero no es así). La matrona me hace un tacto. Estoy dilatada de tan solo 1.5cm, el cuello del útero solo se ha borrado un poco y está hacia atrás. Nos tememos que nos mandarán para casa, y después de los 20 minutos en los que solo tuve 2 contracciones no nos extrañaría, así que nos ponemos serios, y por supuesto algo tristes. Pero como la zona de paritorios está tranquila, es decir que soy la única mujer que se ha puesto de parto de momento esa noche, nos dejan otro ratito más en monitores para confirmar cómo va progresando la dilatación en los siguientes minutos.

Las contracciones en la camilla sí que son más cortas que las que venía teniendo hasta ahora, pero mucho más dolorosas, sobre todo porque no me puedo poner de pie y me duele la espalda. No tengo dónde agarrarme y la camilla es bastante estrecha y corta. El latido del feto va perfectamente, como música celestial para nuestros oídos, aunque lo escuchamos muy flojito. Mi chico va mirando la gráfica que marca el aparato que mide las contracciones y se asusta porque dice que hay alguna que se sale de la gráfica por intensidad, aunque sinceramente a mi ya todas me duelen igual, o sea mucho.

Rompo aguas: 

A las 5 de la madrugada desaparece el latido del feto por unos segundos. Mi chico y yo nos miramos asustados y en ese momento noto un fuerte retortijón. Es el feto que se ha movido de forma muy brusca en mi barriga. Para cuando volvemos a escuchar el latido noto cómo un líquido caliente sale de entre mis piernas. Acabo de romper aguas. Se lo digo a mi chico entre risas y él avisa a la matrona. Pregunto por el color del líquido y ambos me dicen que es clarito, como rosita, no hay sufrimiento fetal. La matrona nos confirma que ya no me voy para casa, y que va a pedir que me preparen una habitación.Ya es momento de ponerme el maravilloso y sexy camisón del hospital, pero no voy con el culo al aire. Me ayudan a ponerme unas bragas de esas de postparto con unas compresas tocológicas enormes. También me dice que a partir de ahora, después de romper membranas, comenzaré a sentir las contracciones más seguidas e intensas... No mentía!! Wow!! Ahora duelen mucho más!! Además en cada contracción noto cómo sale líquido amniótico. Yo lo siento como si saliera a chorro, pero en la realidad es muy poquito lo que sale de cada vez. Mi chico me confiesa que cuando rompí aguas él creyó escuchar un "plof" como si reventara un globo, jajaja. Oye, puede que sea cierto...

Ya queda menos. Llevo más de 5 horas de contracciones de parto dolorosas pero no soy consciente de cómo ha ido pasando el tiempo. Es hora de que mi chico lleve los papeles a admisión para hacer mi ingreso en el hospital. También ha de ir a por las maletas al coche y llevarlas a la habitación que le digan. Tarda bien poco en hacerlo todo pero a mi se me hace eterno.

La matrona me hace otro tacto antes de subir a la habitación. Llevo media hora allí y me he puesto de 3 cm. Esperemos que siga dilatando así de bien.

Dilatación en la habitación:

La matrona me recomienda que me siente en el asiento de la ducha y me eche agua caliente por la espalda, que eso me ayudará a soportar mejor las contracciones, pero yo al principio prefiero esperar en la pelota, que sé que me sienta bien. Después de un rato acabo aburrida y decido desnudarme e ir a la ducha como ella me dijo. Me quedo sentada allí, sujetando la ducha con la mano sobre mi zona lumbar un buen rato. Cierto es que me consuela mucho. Las contracciones son muy seguidas y dolorosas y ya no me apetece ni ponerme de pie para pasarlas. La matrona vuelve a la hora u hora y media para mirarme. Me seco entonces, me pongo el camisón de nuevo y me tumbo en la cama para que me explore. Creo que son las 6:30 y estoy de 6cm ya, aunque cuando me viene una contracción parece ser que me cierro un poco y se queda como en 5.5cm. Me comenta entonces que puede que me tenga que poner un relajante muscular, pues lo importante para el parto es que me abra con las contracciones, que es durante las que tendré que empujar.

Le digo que me duele ya mucho y tanto ella como mi chico me proponen que pida la epidural si quiero, que me lo piense, pero que puedo pedirla cuando quiera. Al principio dudo, pero puede que sea hora de pedirla. Ya no llevo control de las contracciones pero son cada vez más y más intensas y seguidas, pues ya a penas tengo tiempo de descansar entre una y otra.

Me decido entonces y pido la epidural.

Eperando la epidural:

En cuanto se va la matrona, creyendo que no tardará en volver a por mi y bajarme a paritorio para ponerme la epidural me voy a la pelota. Pero pasan los minutos y cada vez soporto menos las contracciones. Me paralizan. Cada vez que me viene una no puedo moverme y me quedo sentada en la pelota agarrada a los barrotes de la cama. Cierro lo ojos, respiro... pero me siento como si no tengo tiempo para descansar entre una y otra. Son demasiado seguidas. Es un continuo de contracciones dolorosas. Quiero la epidural ya!!!

Pero la matrona no regresa y me resigno a aguantar el tiempo que sea necesario. No tengo ganas de empujar. Pero me duele. Me duele mucho.

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