domingo, 24 de febrero de 2019

MES 2: Vamos a urgencias por un sangrado. Pólipo

Semana 6 (segundo embarazo)

Sangrado en la semana 5+1

Comenzamos la sexta semana de embarazo con un buen susto. Estando de 5 semanas y un día me salió sangre al limpiarme. Fuí a orinar y al pasar el papel salió el típico flujo que estoy teniendo como clara de huevo beige y abundante pero con manchado, con algunas zonas rosadas que parecían sangre. Me volví a limpiar y de nuevo más rosado. Me limpié una tercera vez y salió un buen goterón de sangre roja. Evidentemente me asusté y nos fuimos al momento a urgencias. No quería esperar a verme sangrar más como cuando tuve el bioquímico.

Antes de salir de casa, y con orina muy diluída, me hice un TE que salió positivo al instante. Hormona aún tenía mucha, así que tenían que mirarme... Igual necesitaba reposo, igual no había nada que hacer. Comenzaba a temerme lo peor. 

Exploración en urgencias

En Urgencias me avisaron de que no me vería ningún ginecólogo, sino un médico de cabecera, supongo que porque estoy embarazada de muy poquito y en estos casos poco se puede hacer. Ni idea. De todas formas tardaron mucho en atenderme, así que los minutos llenos de incertidumbre y miedo nos abordaban a mi marido y a mí. No había ningún box libre (había un montón de camillas ocupadas por los pasillos), y luego, cuando ya estaba en un box de ginecología vinieron varias personas a preguntarme qué había pasado, me miraron las constantes (pulsaciones, oxigenación y tensión, y todo estaba correcto, pero nada más. Una de las preguntas que me hizo la médico me chocó bastante: que si había tenido dolor, y efectivamente algún día atrás me había dolido la zona lumbar, pero me aclaró que se refería a ese día en concreto, que si había tenido en las horas anteriores dolor de regla, y no, no había tenido, pero es curioso que deseche la respuesta de los días anteriores, lo cual me tranquilzó un poco, la verdad.

Al final vino un enfermero a sacarme sangre, por fín! Supuse que me mirarían la hormona Beta-hCG. Tardaron muchísimo pero al final trajeron los resultados la enfermera, la médico de cabecera que me habían asignado y voilà, también el ginecólogo de guardia. Mi hormona del embarazo, la B-hCG, estaba en 5302 mUL/ml, perfecto para el estado gestacional en el que me encuentro, y creo que al verse tan alta decidieron llamar al ginecólogo, pues de haber tenido la hormona muy baja las posibilidades de aborto serían mayores y no se podría hacer nada. Pero solo son suposiciones. Qué hombre! Un ginecólogo muy profesional, que se preocupó en todo momento de tomar notas él personalmente sobre mis antecedentes, y decidió mirarme con el espéculo y con el ecógrafo, cosa que no pasó el verano pasado con el bioquímico, pero es normal, aquella vez me salió la beta de tan solo 11, el embaraz no existía ya, estaba claro, pero ahora era diferente.


Preguntas:
- día de última regla?
- si había tenido relaciones sexuales recientes?
- edad?
- dolor?
- a qué hora ví el sangrado?
- si tenía más hijos?

Primero me miró con el pespéculo y nada más hacerlo localizó al posible responsable de aquel sangrado: un pólipo de 10x5mm. Ya es el octavo pólipo que me sale endocervical en 11 años, pero este no me lo quieren estirpar al momento. Es preferible esperar a que el embarazo esté má avanzado para hacerlo sin que haya complicaciones o se pueda infectar la zona, así que se supone que me lo quitará mi ginecóloga cuando toque. De todas formas me dijo que no dudara en regresar si volvía a sangrar, ya que aunque tengo un pólipo localizado, hay que mirarlo igualmente.

Les comenté que no me extrañaba del hayazgo del pólipo, pues este es el octavo que me sale en 11 años, pero me preguntó el ginecólogo que cuándo había tenido el último, y coincide que fue hace justamente 3 años, antes de quedarme embarazada de mi hija. Lo que pasa es que respecto a todos los pólipos anteriores no estaba preocupada, pues como parecía que era propensa a ellos me hice hace unos años una histeroscopia en la que todo salió limpio y perfectaemnte (cosa que también anotó para el informe).

Al terminar me limpió con una gasa que dijo salir totalmente limpia, sin restos de sangrado, lo cual me reconforta. El ginecólogo en aquel momento me dice estar casi seguro de que el pólipo es el respondable del sangrado. Entonces me hace una ecografía vaginal igualmente para comprobar el estado del embarazo y revisar los órganos principales. Tuve que ir primero al baño a desalojar la vejiga y al limpiarme ya no manché nada. Menos mal, pero claro, era lógico si me acababa de limpiar bien él con la gas. El ginecólogo me miró por ecografía la matriz y los ovarios, y todo estaba bien. Me dijo que luego me enseñaría en la pantalla y me explicaría lo que había visto, pero había tanto silencio, que me empezaba a poner nerviosa y se lo dije a la enfermera y a él, así que me dijeron que no pasaba nada, que todo parecía ir bien. He de añadir que la enfermera estuvo en todo momendo cogida de mi mano, sin que yo se lo pidiera, que me acariciaba la rodilla y me tranquilizaba continuamente, y digo yo: por qué no hay mas profesionales así? Este comportamiento es el que más se agradece en el personal sanitario, su humanidad y empatía, porque cuando enfermamos no solo nos duele lo físico, sino que necesitamos que nos vayan curando poco a poco el miedo a que pueda ir a peor.

Primera ecografía de nuestro "bebé"

Había un saco gestacional perfectamente colocado en la matriz y que tenía un tamaño de 8mm, lo cual correspondía  con la semana gestacional en la que me encuentro. Pero la resolución del ecógrafo era muy mala por lo que no se veía el saco vitelino, además estoy de tan solo 5 semanas y por ende tampoco se veía aún el embrión. Aún así todo marchaba bien. No había de qué preocuparse.

Saco gestacional de 8mm (semana 5+1)

Sentimientos y sensaciones

Estoy haciendo reposo relativo como me dijeron aprovechando que es fin de semana y mi chico se puede encargar de nuestra hija y de la casa. De noche dormí como siempre, 6 horas del tirón y luego a ratitos hasta que me levanté. He estado sentada o tumbada casi todo el rato y solo en algún momento que he ido al baño me ha salido flujo algo rosado, pero no sangre como tal, de color rojo brillante como ayer. Estoy más tranquila pero sigo teniendo miedo, la verdad. Miedo a que en cualquier momento se repita el sangrado, me haga ilusiones de pensar que es de nuevo el pólipo pero falle en mi predicción y se trate de un aborto. Sé que no debería pensar en eso, más si recuerdo que dije que en este embarazo sería optimista, pero siento miedo, y no lo puedo evitar. No quiero que este embarazo termine. Quiero que el embrión crezca  bien denrto de mí y nazca un bebé sano. Tengo 41 años, no lo olvido en ningún momento, y un final de embarazo podría suponer el no tener más oportunidades para quedarme embarazada de nuevo.

Esperar, esperar y esperar. No hacer esfuerzos, intentar sonreir y cuidarme por denro y por fuera, hasta que llegue el día de la cita ginecológica, en la que al estar de 8 semanas esperamos poder ver un embrión y su latido. ¿Es mucho pedir?




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