domingo, 24 de febrero de 2019

MES 2: Vamos a urgencias por un sangrado. Pólipo

Semana 6 (segundo embarazo)

Sangrado en la semana 5+1

Comenzamos la sexta semana de embarazo con un buen susto. Estando de 5 semanas y un día me salió sangre al limpiarme. Fuí a orinar y al pasar el papel salió el típico flujo que estoy teniendo como clara de huevo beige y abundante pero con manchado, con algunas zonas rosadas que parecían sangre. Me volví a limpiar y de nuevo más rosado. Me limpié una tercera vez y salió un buen goterón de sangre roja. Evidentemente me asusté y nos fuimos al momento a urgencias. No quería esperar a verme sangrar más como cuando tuve el bioquímico.

Antes de salir de casa, y con orina muy diluída, me hice un TE que salió positivo al instante. Hormona aún tenía mucha, así que tenían que mirarme... Igual necesitaba reposo, igual no había nada que hacer. Comenzaba a temerme lo peor. 

Exploración en urgencias

En Urgencias me avisaron de que no me vería ningún ginecólogo, sino un médico de cabecera, supongo que porque estoy embarazada de muy poquito y en estos casos poco se puede hacer. Ni idea. De todas formas tardaron mucho en atenderme, así que los minutos llenos de incertidumbre y miedo nos abordaban a mi marido y a mí. No había ningún box libre (había un montón de camillas ocupadas por los pasillos), y luego, cuando ya estaba en un box de ginecología vinieron varias personas a preguntarme qué había pasado, me miraron las constantes (pulsaciones, oxigenación y tensión, y todo estaba correcto, pero nada más. Una de las preguntas que me hizo la médico me chocó bastante: que si había tenido dolor, y efectivamente algún día atrás me había dolido la zona lumbar, pero me aclaró que se refería a ese día en concreto, que si había tenido en las horas anteriores dolor de regla, y no, no había tenido, pero es curioso que deseche la respuesta de los días anteriores, lo cual me tranquilzó un poco, la verdad.

Al final vino un enfermero a sacarme sangre, por fín! Supuse que me mirarían la hormona Beta-hCG. Tardaron muchísimo pero al final trajeron los resultados la enfermera, la médico de cabecera que me habían asignado y voilà, también el ginecólogo de guardia. Mi hormona del embarazo, la B-hCG, estaba en 5302 mUL/ml, perfecto para el estado gestacional en el que me encuentro, y creo que al verse tan alta decidieron llamar al ginecólogo, pues de haber tenido la hormona muy baja las posibilidades de aborto serían mayores y no se podría hacer nada. Pero solo son suposiciones. Qué hombre! Un ginecólogo muy profesional, que se preocupó en todo momento de tomar notas él personalmente sobre mis antecedentes, y decidió mirarme con el espéculo y con el ecógrafo, cosa que no pasó el verano pasado con el bioquímico, pero es normal, aquella vez me salió la beta de tan solo 11, el embaraz no existía ya, estaba claro, pero ahora era diferente.


Preguntas:
- día de última regla?
- si había tenido relaciones sexuales recientes?
- edad?
- dolor?
- a qué hora ví el sangrado?
- si tenía más hijos?

Primero me miró con el pespéculo y nada más hacerlo localizó al posible responsable de aquel sangrado: un pólipo de 10x5mm. Ya es el octavo pólipo que me sale endocervical en 11 años, pero este no me lo quieren estirpar al momento. Es preferible esperar a que el embarazo esté má avanzado para hacerlo sin que haya complicaciones o se pueda infectar la zona, así que se supone que me lo quitará mi ginecóloga cuando toque. De todas formas me dijo que no dudara en regresar si volvía a sangrar, ya que aunque tengo un pólipo localizado, hay que mirarlo igualmente.

Les comenté que no me extrañaba del hayazgo del pólipo, pues este es el octavo que me sale en 11 años, pero me preguntó el ginecólogo que cuándo había tenido el último, y coincide que fue hace justamente 3 años, antes de quedarme embarazada de mi hija. Lo que pasa es que respecto a todos los pólipos anteriores no estaba preocupada, pues como parecía que era propensa a ellos me hice hace unos años una histeroscopia en la que todo salió limpio y perfectaemnte (cosa que también anotó para el informe).

Al terminar me limpió con una gasa que dijo salir totalmente limpia, sin restos de sangrado, lo cual me reconforta. El ginecólogo en aquel momento me dice estar casi seguro de que el pólipo es el respondable del sangrado. Entonces me hace una ecografía vaginal igualmente para comprobar el estado del embarazo y revisar los órganos principales. Tuve que ir primero al baño a desalojar la vejiga y al limpiarme ya no manché nada. Menos mal, pero claro, era lógico si me acababa de limpiar bien él con la gas. El ginecólogo me miró por ecografía la matriz y los ovarios, y todo estaba bien. Me dijo que luego me enseñaría en la pantalla y me explicaría lo que había visto, pero había tanto silencio, que me empezaba a poner nerviosa y se lo dije a la enfermera y a él, así que me dijeron que no pasaba nada, que todo parecía ir bien. He de añadir que la enfermera estuvo en todo momendo cogida de mi mano, sin que yo se lo pidiera, que me acariciaba la rodilla y me tranquilizaba continuamente, y digo yo: por qué no hay mas profesionales así? Este comportamiento es el que más se agradece en el personal sanitario, su humanidad y empatía, porque cuando enfermamos no solo nos duele lo físico, sino que necesitamos que nos vayan curando poco a poco el miedo a que pueda ir a peor.

Primera ecografía de nuestro "bebé"

Había un saco gestacional perfectamente colocado en la matriz y que tenía un tamaño de 8mm, lo cual correspondía  con la semana gestacional en la que me encuentro. Pero la resolución del ecógrafo era muy mala por lo que no se veía el saco vitelino, además estoy de tan solo 5 semanas y por ende tampoco se veía aún el embrión. Aún así todo marchaba bien. No había de qué preocuparse.

Saco gestacional de 8mm (semana 5+1)

Sentimientos y sensaciones

Estoy haciendo reposo relativo como me dijeron aprovechando que es fin de semana y mi chico se puede encargar de nuestra hija y de la casa. De noche dormí como siempre, 6 horas del tirón y luego a ratitos hasta que me levanté. He estado sentada o tumbada casi todo el rato y solo en algún momento que he ido al baño me ha salido flujo algo rosado, pero no sangre como tal, de color rojo brillante como ayer. Estoy más tranquila pero sigo teniendo miedo, la verdad. Miedo a que en cualquier momento se repita el sangrado, me haga ilusiones de pensar que es de nuevo el pólipo pero falle en mi predicción y se trate de un aborto. Sé que no debería pensar en eso, más si recuerdo que dije que en este embarazo sería optimista, pero siento miedo, y no lo puedo evitar. No quiero que este embarazo termine. Quiero que el embrión crezca  bien denrto de mí y nazca un bebé sano. Tengo 41 años, no lo olvido en ningún momento, y un final de embarazo podría suponer el no tener más oportunidades para quedarme embarazada de nuevo.

Esperar, esperar y esperar. No hacer esfuerzos, intentar sonreir y cuidarme por denro y por fuera, hasta que llegue el día de la cita ginecológica, en la que al estar de 8 semanas esperamos poder ver un embrión y su latido. ¿Es mucho pedir?




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viernes, 22 de febrero de 2019

MES 2: Cargada de sentimientos. Controlando la hormona hCG

Semana 5 (segundo embarazo)

Sentimientos y sensaciones

Mi chico me mira sonriente, le pillo muchas veces mirándome atontado mientras yo estoy con nuestra hija de 2 años, jajaja y eso me hace gracia, porque no creo recordar que hiciera lo mismo cuando quedé embarazada por primera vez. Pero me gusta. 

Sé que no se atreve a hacerse ilusiones y cada vez que comienza una frase empieza con el  "si todo va bien..." pero yo le animo a que tenga ilusión por el embarazo, que puede ir mal, pues claro, pero que si lo hemos buscado es para que salga bien, y eso conlleva tener muchos días por medio para poder disfrutar. Que si viene lo malo llegará igualmente pero no nos podrá arrebatar los buenos momentos que hayamos vivido antes.

Por eso nos hemos planteado no volver a decir más "si todo va bien..." al hablar del futuro bebé. Hacemos planes, pero poco a poco claro está, no nos lanzamos como locos a planificar el cambio de muebles, de ropa para el bebé, hablar del nombre, etc. porque ya habrá tiempo para eso, nos quedan 8 meses por delante.

Este segundo mes de embarazo es para nosotros, para la pareja que formamos, para meditar, para afrontar los problemas que nos podamos imaginar tener en el futuro con dos hijos, para mimarnos a escondidas, porque durante estas 4 semanas nadie más que nosotros sabrá que esperamos un bebé.

Quiero vivir esta experiencia como algo hermoso mientras dure, y que espero que termine dentro de 8 meses con un bebé sano en los brazos por supuesto, y no quiero pensar que pueda ser de otra forma. Sufrí mucho en el embarazo anterior porque con el hayazgo de las microcalcificaciones en uno de mis pechos y la noticia de que me tendrían que hacer una mamografía a los 7 meses de embarazo (Mamografía antes del embarazo), se me hizo un poco cuesta arriba porque me ponía en lo peor, en que me tuvieran que adelantar el parto porque me hayaran un cáncer y que no pudiera disfrutar de mi bebé tras el nacimiento como cualquier madre desearía. Pero además no me sentí apoyada por mi familia, pues en lugar de ayudarme a disfrutar de esa etapa tan hermosa que es el embarazo, me recordaban continuamente que tenía que haber esperado a quedarme embarazada y que no había tenido sentido común "A quién se le ocurre!" como si por quedarme embarazada fuera a desarrollar un cáncer en el pecho si es que no tenía ya, y todo solo debido al miedo que tinen al efecto hormonal en el cuerpo (error por su parte porque no solo no es cierto sino que a demás me desanimaron muchísimo).

Por eso esta vez no les he dicho a mi familia que dentro de 15 días tenía mi primera revisión mamográfica del pecho tras el embarazo anterior y después de dejar la lactancia y la tengo que anular por haberme quedado embarazada. El día que se enteren simplemente les presentaré alegremente mi embarazo y nada de hablar de mi pecho. Quiero vivir este embarazo desde el principio y disfrutar todo lo que no pude en el otro. Además ser optimista es lo mejor que se puede hacer cuando quieres que todo salga bien.


Este pensamiento lo forjé desde que tuve el aborto bioquímico el año pasado, y por eso me compré una libreta, para tenerla ya preparada y escribir mi diario de embarazo cuando lo lograra de nuevo.

Controlando la hormona

Hasta que no tenga la visita con el ginecólogo y pueda hacerme una ecografía no puedo saber si el embarazo sigue su curso o no correctamente pero al menos tengo la posibilidad de comprobar que la hormona del embarazo, la hCG, sigue aumentando y la temperatura basal está alta. 

Así pues me estoy haciendo un test de embarazo de One Step cada dos días desde el primer positivo. La raya del test se me marca cada día un poco más. Para la semana que viene me haré solo un test al final de la semana, y así sucesivamente hasta llegar el día de la primera revisión ginecológica.
Test de dembarazo de One Step
(DPO: días después de la ovulación)
(w: semanas de embarazo, por ejmeplo 3w+5 son 3 semanas y 5 días de embarazo)

Me gustaría poder medir la temperatura basal, pero haciendo colecho con nuestra hija, que se despierta a veces a media noche, o se mueve y me despierta, es bastante difícil hacerlo de forma que haya dormido al menos 5 horas antes de medirme, sin moverme ni hablar. Además todas las noches me estoy despertando a eso de las 4 de la mañana con ganas de orinar, cosa que no me pasaba en el otro embarazo, así que lo de la T lo dejo para algún día esporádico que pueda medirme correctamente, para comprobar que la T basal está por encima de 37ºC.

Síntomas

Sigo con las ganas de orinar, pero con menos flatulencias. Eso sí, aunque voy al baño cada día, comienzo  a notar que me cuesta un poco más, así que tengo que plantearme ponerme ya con los yogures bífidus de kiwi que no me gustan nada pero que me fueron tan bien en el otro embarazo, y con la piña fresca por las mañanas.

Ha habido una noche que me he sofocado bastante y he tenido que quitarme el pantalón del pijama para poder dormir, y eso que vivimos en la montaña y estamos en febrero... Dios mío, ya me estoy temiendo lo que pasará cuando llegue el verano, con sus altas temperaturas, pues con FPP a finales de octubre me lo voy a tragar entero ya con una buena barriga!

Con el embarazo de nuestra primera hija ya me dolían los pechos a estas alturas, pero no me preocupa que no me pase ahora, pues se supone que duelen porque se preparan las glándulas para la lactancia y yo no hace ni dos meses que dejé de dar el pecho, por lo que tengo el pecho más que preparado, supongo. Preguntaré a alguna conocida que haya hecho tándem si notó dolor o no en el embarazo.

Tengo un poco de insomnio, me cuesta mucho conciliar el sueño al acostarme, pero más aún cuando vuelvo del baño de madrugada, así que llevo días durmiendo entre 5 y 6 horas al día nada más, pero tampoco es que eso me haga sentir cansada de día. Espero que no me pase factura.

5 semanas de embarazo (estatura: 1.72cm)
Peso: 50 kg



Programando el día de la primera ecografía

El día que tengo la primera visita con el ginecólogo es justo el día que cumplo las 8 semanas según mis cálculos respecto a la ovulación (que según los datos que le he dado al especialista será de 7 semanas + 5 días, y respecto la última regla será de 7 semansa + 2 días). Tengo que ir a las 8:30 de la mañana, así que es demasiado temprano como para pedir a mi suegra que venga a casa a cuidar de nuestra hija, pues no es cuestión de llevarla al ginecólogo, es muy pequeña, y menos aún ese primer día que me tendrán copletamente desnuda y el ecógrafo a usar será vaginal. Así que tendremos que dejar a la peque con mi suegra ya el día anterior, siendo esta la primera vez que duerma separada de mamá. Esperemos que todo vaya bien. Si no lo hemos hecho nunca hasta ahora es porque no ha sido necesario y porque además la niña mamaba, con lo cual, no podíamos separarnos demasiado la una de la otra.

A mi suegra le diremos que tengo dentista a primera hora de la mañana, situación que comprensiblemente es incompatible con llevármela yo sola conmigo mientras mi marido trabaja, así que lo entenderá.

Además nos vendrá muy bien a mi chico y a mi pasar esa noche solos y juntos pensando en lo que vamos a poder encontrarnos a la mañana siguiente. Tenemos muchos nervios, pero por otra parte tranquilidad, ya que creo que todo marcha bien por el momento.



martes, 19 de febrero de 2019

MES 1: Primeros síntomas. Pensando en nuestra hija de 2 años

Semanas 3 y 4 (2º embarazo)

Síntomas

Pues como fue una costumbre en mi anterior embarazo, no tengo síntomas ninguno más que las ganas de orinar y las flatulencias constantes, que respecto a esto, pronto empiezo!!

Por lo demás me siento estupenda, sin náuseas, mareos, dolor de ovarios o de pechos... Solo he notado un pequeño pinchazo en el ovario izquierdo durante un día. 

Una cosa que sí ha cambiado es el flujo vaginal, pues cuando no estoy embarazada el flujo en la fase lútea suele ser más cremoso y se seca rápidamente en las braguitas, y en cambio estos días estoy teniendo flujo elástico, e incluso a veces con apariencia de clara de huevo, pero no trasnparente sino más bien de color beige. Pero creo que es bastante normal porque se tiene que formar el tapón mucoso.

El apetito ha aumentado, supongo, no lo sé. Lo cierto es que siento la necesidad imperante de tener las 5 comidas al día, es decir, que a media mañana y para merendar he de comer alguna cosa o las tripas me rugen muchísimo, pero esto creo que ya me pasó desde el principio en el embarazo de E.

4 semanas de embarazo (estatura: 1.72cm)
Peso: 50.2kg
Contorno pecho: 76cm
Contorno barriga (por el ombligo): 70cm
Contorno cadera: 92cm


En la foto se ve claramente como soy yo y cómo he sido siempre, delgadita (o falcucha según se mire) pues para mi 1.72cm de estatura no suelo pasar de los 52kg ni bajar de los 49kg. La verdad es que soy muy estable en el peso comiendo de todo. La única dieta que he hecho en mi vida fue una de engorde después de una gastroenteritis brutal que me dejó en 46kg (tardé 4 meses en llegar a 50kg de peso de nuevo).

Los días siguientes al primer test de embarazo

Me he realizado un test de embarazo de One Step a los dos días de hacerme el primero, para comprobar que la hormona del embarazo iba aumentando, y un Clear Blue que marca las semanas en el día 15 después de ovulación, o sea, cuando me tenía que venir la regla, y ha marcado "Embarazada" al cabo de tan solo 20 segundos, y posteriormemte el letrero de 2-3 semanas.


Como se aprecia en la foto anterior el aumento de hormona GCH va en aumento de una forma considerable, así que en este sentido no estoy preocupada en absoluto. Además tengo un montón de TE de este tipo que iré haciéndome de vez en cuando para comprobar al menos que la hormona sigue ahí. También tengo pensado medirme la temperatura alguna vez, pero solo si de verdad va a estar bien medida, es decir, habiendo dormido bien, sin haberme despertado a media noche, sin haber hablado, etc. porque para hacerlo mal y que me de una temperatura alta y no sea real, o una baja que tampoco lo sea y me raye, para eso mejor no medir nada.

Casualmente había comenzado a nadar 2 veces a la semana hace unos días, así que intentaré seguir con esta rutina, que espero que me venga bien para fortalecer la espalda, el suelo pélvico, oxigenar y evitar en la medida de lo posible volver a sufrir de ciática al final del embarazo (Mes 8. Falsa ciática. Tercera analítica y cultivo vaginal). Y aunque no me canso nadando, sí que he notado que al acelerarme haciendo las tareas de casa deprisa me fatigo con facilidad. No es que me canse, es que noto que me falta el aire y jadeo al mínimo esfuerzo. Tanto mi maido como yo hemos pensado que no está de más empezar a acostumbrarnos a que yo no levante peso y sea él el que cargue con las tareas más duras, aunque no podré evitar coger a nuestra hija en brazos, una niña de más de 10kg, pues a veces es la única forma de seguir con el día sin que llore o patalee... 


Pensando en nuestra hija de 2 años


Nuestra hija va a cumplir 26 meses dentro de unos días, es aún muy pequeña para entender que mamá puede estar embarazada un día y al día siguiente haber perdido al bebé, así que por lo que pueda pasar y ya que es muy pronto, no le contaremos nada al menos hasta que me empiece a crecer la barriga y sea evidente que pasa algo. Ella se hizo con nosotros la foto del Clear Blue, pensando que tenía un rotulador en la mano muy chulo para enseñar, pero nos encanta la foto, porque esperamos que dentro de unos meses comprenda lo que significa.

Ella sabe ya desde hace tiempo que los bebés al principio crecen en la barriga de su mamá y ha visto muchas fotos mías embarazada en las que señala la barriga y sabe que estaba ahí dentro. De hecho le encantan los bebés y tiene una prima un año más pequeña a la que ha visto crecer poco a poco. Estamos convencido de que le encantará tener un bebé en casa, aunque eso no quite que aparezcan los típicos celos, que intentaremos luchar contra ellos y mimarla mucho mucho, pues ella es muy consciente ya de todo lo que le rodea y de los sentimientos de las personas hacia ella.


De momento nadie de la familia lo sabe pues vamos a esperar a la primera cita ginecológica, e incluso hemos barajado la opción de hacerme una analítica de sange completa, de esas que te dan un porcentaje más fino de las trisomías e incluso te detectan en muchos casos el sexo del bebé. Dependiendo de cómo vaya la cita con el ginecólogo y de cuándo pueda obtener los resultados para una analítica de ese tipo, pensaremos en cuándo decirles a los familiares más cercanos que estoy embarazada. Por suerte para mí, soy bastante delgadita y estamos aún en invierno, así que no se me notará la barriga mucho si encima llevo vestidos sueltos y jerseys. 

Tenemos claro que nuestra hija debe saberlo antes que el resto de nuestra familia, por lo tanto hay que pensar cómo decírselo de forma clara pero sin darle demasiada importancia al principio ni demasiado bombo. El problema es que nuestros padres y hermanos estén detrás de nuestra hija preguntando constantemente por su hermanito, o que le hagan comentarios continuos refiriéndose a que va a ser la hermana mayor, que va a tener un hermano, que dónde está el hermano, que si prefiere niño o niña o lo que sea de este tipo. Tengo ahora mismo 41 años y no es ninguna tontería esperar que en algún momento del camino algo vaya mal y el embarazo no llegue a término, por lo que no queremos que nuestra hija se ilusione demasiado, y menos al principio que es cuando más probabilidades hay de aborto, para luego llevarse un disgusto. Además que no queremos que el futuro bebé sea el centro de atención y de comentarios antes de nacer, porque ella está ya con nosotros en el presente. Que no le quiten protagonismo, pues ella está aquí, y el bebé no. Pero seguro que aunque les dejemos claro estas premisas, estarán deseando contínuamente ver la reacción de una niña de 2 años frente a su mamá embarazada, y a ver cómo lidiamos con eso...

Post anterior: Y de nuevo embarazada!!


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lunes, 18 de febrero de 2019

Y de nuevo embarazada!!

Pues sí, aquí estoy, escribiendo sobre el que espero sea mi segundo embarazo completo, ya que hace seis meses también me quedé embarazada pero tuve un aborto bioquímico.


¿Cómo me quedé embarazada?

Para ponernos en situación diré que tengo una hija que ha tenido lactancia materna hasta casi los 25 meses, y durante el destete fuí viendo cómo mis fases lúteas iban en aumento (Aumento de la fase lútea reduciendo la lactancia materna), hasta llegar a los 15 días e incluso alguna vez a los 16. Este ciclo en el que me he quedado embarazada es el primero en el que la niña no ha mamado absolutamente nada (Destete total una semana antes de cumplir 25 meses). No quiero decir que para quedarse embarazada haya que terminar con la lactancia materna porque mentiría, de hecho yo me quedé embarazada el año pasado dando el pecho a demanda, mucho pecho, mucha teta... Lo que pasó, o al menos eso creo, es que mis FL eran muy cortitas, es decir, la lactancia estaba provocando una insuficiencia lútea, y por eso no se logró y aborté a los 15 días de ovular. Bueno, eso es lo que supongo, pues también hay que decir que los test de embarazo me salieron siempre muy flojitos, vamos, que la implantación fue bastante mal (Aborto bioquímico o microaborto).

Otro factor que me gustaría comentar y que creo que tuvo bastante que ver con quedarme embarazada esta vez fue el no orinar inmediatamente después del coito. La cuestión es que justo después del bioquímico tuve una infección de orina bastante seria y el médico me dijo que lo más recomendable para evitar estas situaciones era orinar después del coito, de esa froma se eliminarían las posibles bacterias que se hayan podido colar por la uretra. Y así estuve haciendo en los meses siguientes, hasta que me cansé de hacerlo así, me rayé pensando que eso hacía que el semen saliera por gravedad de la vagina cuando iba a orinar al baño y perdiera probabilidades de embarazo, así que en el ciclo pasado y este volví al modus operandi con el que me había quedado embarazada las otras dos veces, dormirme tranquilamente y hacer pis a media noche o cuando me despertara por la mañana, pero no inmediatamente despuésd el coito, arriesgándome, eso sí, a sufrir otra infección de orina.

¿Cuándo me hice el test de embarazo?

Este ciclo ha sido bastante raro, puesto que pude comprobar que me había subido la temperatura basal el mismo día que me salió el test de ovulación positivo.


Cuando lo he comentado en algunos foros de embarazo me han comentado que esas temperaturas eran imposibles y que seguro que estaban mal tomadas, y puede ser que así sea, puesto que con una niña de 2 años colechando con nosotros que se despierta por las noches es bastante difícil tomar la temperatura basal cada día a la misma hora, después de haber dormido al menos 5 horas seguidas, y sin haberse movido de la cama ni haber hablado. No obstante, la diferencia de temperatura era tan brutal, que desde el principio anduve con la mosca detrás de la oreja, y empecé a pensar que igual sí que era posible que hubiera ovulado ese mismo día, y a las pruebas me remito, que tiene sentido pensar que fue así, ya que me quedé embarazada y el TE salió positivo a los pocos días del TO positivo.

Test de ovulación

El ciclo fue raro también porque ovulé muy pronto. De hecho casi casi nos despistamos y no hacemos "los deberes" antes de ovular, ufff, menos mal que nos dio por ahí, jajaja y ahora podemos celebrarlo.

Pues bien, después de tanta duda con el tema de la ovulación pensé en hacerme el test de embarazo 13 días después de la que marqué manualmente en la gráfica, porque es lo que vengo haciendo en estos meses para quitarme un poco la duda y no tener que esperar al día 15. Me desperté con muchas ganas de orinar y aproveché un TE de One Step que tenía a mano, y salió positivo! Suave, pero claramente positivo. Lo curioso es que me confundí de día! Me adelanté un día sin querer! Me lo hice 12 días después de la supuesta ovulación y aún así me había dado positivo! No cabía en mi!, estaba flipando. En el embarazo anterior en el que tuve el bioquímico me salió el positivo en el One Step a los 13 días después de la ovulación y aún así casi no se veía, solo se intuía la raya.



No se lo conté a mi marido, que dormía plácidamente junto a nuestra hija, quise prepararle una sorpresa para decírselo, ya que la vez anterior no pude.

Respecto a vitaminas o complementos vitamínicos, he de decir que hasta hace justo un mes he estado tomando Gestagyn lactancia, y durante el último mes me pasé a gestagyn embarazo, que tiene muchas vitaminas y ácido fólico para antes del embarazo. Lo hice así porque terminé con la lactancia, así que podía cambiar a tomarme un suplemento vitamínico más completo para la búsqueda del embarazo, y recordé que en su día, una ginecóloga me dijo que podía comenzar a tomar suplementos de embarazo ya en la búsqueda del mismo, que al fin y al cabo eran suplementos vitamínicos y llevaban una carga importante de ácido fólico. En el caso de Gestagyn, el de lactancia lleva un 150% de la cantidad diaria recomendada de ácido fólico, y el de embarazo un 200%.

¿Cómo se lo comuniqué a mi marido?

Pasé toda la mañana nerviosísima, la verdad. Era 13 de febrero y por una parte estaba deseando esperarme al día 14 para confirmar embarazo y que la sorpresa al darle la noticia fuera un regalo de San Valentín, pero por otro lado no podía aguantarme las ganas de decírselo. Tenía tanto derecho como yo a saber que estaba esperando un hijo de nuevo.

Me puse manos a la obra y sin pensarlo demasiado llené el pasillo de corazones de papel de colores con mensajes, desde la entrada hasta el salón, y al final de todos ellos dejé una nota y un test de embarazo en una caja. Cuando llegó a casa a comer entró en silencio y fue leyendo los corazones de uno en uno hasta llegar al salón. Se sentó en la mesa y leyó la última nota antes de abrir la caja: "Estás preparado para dar más amor que el que nos das a tu hija y a mi?" Y en ese momento me di cuenta de que había entendido perfectamente a lo que me refería, pues ya se emocionó mucho. Abrió la caja con los ojos empañados en lágrimas y vió el test, y cómo no preguntó: "¿Estás embarzada?" Y a partir de ahí todo risas, nervios y emoción.

Sé que no fue nada del otro mundo, pero al menos estuvo mejor que el "creo que estoy embarazada" de la primera vez, jajaja (Y al final me quedé embarazada).

Hablándolo con él caímos en la cuenta de que 7 días después de la ovulación debió de ser la implantación. Era un viernes por la noche y a mi me empezó a entrar un tembleque por todo el cuerpo, como si me fuera a desmallar, como si tuviera un bajón de azúcar, pero no tenía sentido pues me había metido un atracón de gominolas. Así que creemos que debió de ser debido a la implantación del óvulo fecundado. Bueno, es una suposición, porque podría cuadrar en el tiempo, aunque tampoco sabemos si es muy normal que pase algo así. 

Y ahora solo queda esperar pacientemente a que este bebé se vaya gestando e intentar disfrutar del embarazo todo lo posible, por si acaso es el último que tengo.

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jueves, 7 de febrero de 2019

Infección de orina, estreñimiento, y operación pañal

Con tan solo año y medio nuestra pequeña comenzó a avisarnos cuándo tenía ganas de hacer caca y la poníamos al váter a hacerlo, pero cogió una infección de orina que hizo que lo pasara tan mal que dejó de hacer caca voluntariamente, vamos, que se aguantaba las ganas. Hubo que tratarla con medicación y poco a poco lo superó, pero con más de 2 años que tiene ahora aún no ha vuelto a pedir hacer caca en el váter y ni siquiera nos avisa después de hacerlo en el pañal.



Control de esfínteres a los 19 meses

Recién mudados a nuestro piso esperábamos que nuestra hija nos diera alguna sorpresa con su coportamiento debido a este cambio, pero ni lloraba más, ni jugaba menos, ni comía peor (seguía enganchadísima a la teta y comía poco como siempre), pero comenzó a decirnos "caca" cuando acababa de hacerla en el pañal. Fue un cambio buenísimo porque así podíamos limpiarla casi al instante. Después de unos días la niña comenzó a decirnos "caca" aunque no la hubiera hecho, mirábamos en el pañal y allí no había nada, así que no la cambiábamos, pero al rato (unos 5 o 10 minutos) la hacía. Decidimos entonces sentarla en el váter cada vez que nos dijera "caca" y no hubiera hecho nada y acertamos con la decisión, pues comenzó a hacer la caca sentada en el inodoro. Estábamos tan contentos por aquella novedad que primero la limpiábamos nosotros y luego dejábamos que ella misma se limpiara también con el papel, lo tirara al váter y tirara de la cisterna. Todo aquel protocolo la divertía mucho.

No siempre nos avisaba de que quería hacer caca, en muchas ocasiones la hacía en el pañal, pero para lo pequeña que era estaba muy bien cómo comenzaba a controlar los esfínteres.

Infección de orina con 20 meses

Un día se puso febril, llegó a los 39ºC y le dimos paracetamol para ayudarle a estar mejor y bajarle algo la fiebre para dormir, sin saber lo que podía tener. No íbamos a ir al médico a no ser que estuviera con fiebre más de 48 horas o viéramos que la niña estaba muy mal, pero lo hicimos, pues al día siguiente tuvimos muy claro lo que le pasaba. Cada vez que hacía pis en el pañal se quejaba y acababa llorando, estaba claro que tenía una infección de orina.

En urgencias le recogieron orina para analizar pero no fue cosa fácil. Primero le limpiaron bien los genitales y luego le pusieron el colector de orina pediátrico, que es una bolsita con un agujero que tiene pegamento alrededor para adherirlo en los labios de la vulva y recoger el pipí cuando la niña lo haga. Normalmente dejan que les pongas de nuevo el pañal encima, por si hubiera un escape, y para que la pequeña se sienta más cómoda. Pues bien, por más que le daba el pecho, le daba agua a beber y la teníamos distraída, E. no quería hacer pis. No es que no tuviera ganas, eso seguro, es que se estaba aguantando por lo que le dolía cuando lo hacía. Además creemos que se lo pegaron bastane mal y le dolía o molestaba. Después de una hora esperando a que hiciera pis le quitaron la bolsa para ponerle una nueva, pero la enfermera, bastante previsora, dejó al lado un bote por si hacía pis en aquel cambio. Pues oye! menos mal, porque fue quitarle el colector y E. empezó a hacer pis. Orinó muchísimo, todo lo que se había estado aguantando, y la enfermera pudo recogerlo directamente en el bote, menos mal!

Lo llevaron a analizar y nos confirmaron que era una cistitis aguda, así que le dieron antibiótico (Denvar), aunque en tan pocas horas no da tiempo a ver si hay bacterias o no. Un antibiótico que a E. le parecía asqueroso y que había que darle una vez al día durante 6 días, y un gel para lavado de genitales pediátrico.


Nos dejaron claro que era bastante frecuente que los peques, sobre todo las niñas, cogieran infección de este tipo por limpiarse mal cuando están con el cambio de pañal, y eso es lo que creo que le pasó a E. Así que decidimos no dejarque se limpiase de ninguna manera ella misma, al menos de momento



A la semana tuvimos que llevarla al pediatra para que nos informara sobre el urocultivo, el cual para nuestra sorpresa dio negativo en bacterias, con lo que se concluyó que había sido vírico, y nos quedamos con la duda de si habíamos estado dándole un antibiótico para nada ¿? Pero supongo que en estos tipos de infección más vale prevenir, porque si hay presencia bacteriana y no se trata las consecuencias en varios días sin tratamiento podrían ser fatales para la pequeña.

Estreñimiento con 21 meses

Después de lo mal que lo pasó con la infección de orina dejó de avisarnos cuando hacía caca. Pero no solo eso, es que dejó de hacer caca diariamente y pasó a hacerla una o dos veces por semana tan solo y además con mucho esfuerzo. Sabemos que era una reacción a la experiencia anterior, y mientras iba desahogando el vientre semanalmente no nos preocupamos hasta que contamos más de una semana sin hacer caca y ella empezó a quejarse diciendo que tenía "pupa" en la barriga, así que decidimos llevarla al médico. 

Nos confirmaron que tenía mucha acumulación de heces en el intestino pero que que habían visto casos peores así que no debíamos preocuparnos. Le pusieron un laxante directamente por el ano y nos fuimos a esperar que la niña hiciera "sus cosas" en el pañal en la sala de espera. No tardó ni 5 minutos en comenzar a hacer caca. Podemos decir que llegó a hacer la cantidad correspondiente a casi 3 días, pero sin casi esfuerzo ni dolor, y eso se reflejó en lo contenta que se le veía.

A parte le recetaron un jarabe (Casenlax) para que no le costara hacer de vientre en el futuro y que se les daba a muchos niños de esta edad porque precisamente eran ya muy conscientes del control de sus esfínteres y los controlaban tanto que retenían las heces mucho tiempo y acababan estreñidos. Así que nos dijo que iríamos bajando la dosis pero que probablemente estuviera hasta 6 meses con ese jarabe.



A los 10 días aproximadamente fuimos al pediatra para que él llevara el control de las dosis de jarabe y nos dijo que si con los 5ml de Casenlax que estaba tomando al día hacía bien de vientre, le podíamos ir bajando la dosis. Si en algún momento llegara a estar hasta 4 días sin hacer de vientre, le podríamos poner un microlax nosotros en casa y subir la dosis del jarabe de nuevo (como prueba y error), pero que no llegaría a los 6 meses con el jarabe porque probablemente en uno o dos meses ya no lo estaría tomando, ya que era una niña que nunca había sido estreñida.

Finalmente estuvo con el jarabe un total de 38 días y no fue necesario ponerle ningún microlax en todo ese tiempo. Así es como le fuimos bajando la dosis del jarabe:

L              M           X           J             V           S           D
..........................................................5ml........5ml........5ml
5ml.........5ml........5ml........5ml........5ml........5ml........5ml
5ml.........5ml.......2.5ml.....2.5ml.....2.5ml.....2.5ml.....2.5ml
2.5ml.....2.5ml......3ml........3ml.......2.5ml.....2.5ml.....2.5ml
2ml.........2ml........2ml........2ml........2ml........2ml........2ml
1.5ml.....1.5ml.....1.5ml.....1.5ml......1ml........1ml........1ml

A día de hoy, que tiene ya 25 meses, sigue haciendo caca todos los días, incluso 2 veces, sin necesidad de jarabe alguno.

Operación pañal a los 25 meses

La niña no ha vuelto a avisarnos de cuándo tiene ganas de hacer caca, así que no ha sido posible sentarla de nuevo en el váter para que lo haga. Pero sabemos cuándo lo está haciendo, por la cara que pone, y que además le gusta hacerlo de pie (a veces nos preguntamos si nuestra hija es la única "rara" que no quiere hacerlo sentada o en cuclillas ¿?). Y después de hacerlo la observamos y vemos que normalmente sigue jugando y no nos dice nada. Solo de vez en cuando nos avisa, supongo que sea porque le molesta, pero no es lo normal. Una pena, con lo bien que habíamos empezado a los 19 meses.

No obstante, como sabemos que ella es ya muy consciente de sus esfínteres y tiene más de dos años, nos estamos centrando en la orina en lugar de en las heces para que lo haga en el váter o en el orinal. Antes de bañarse siempre se sienta en el orinal y hace pis tan contenta, pero no siempre funciona, pues hay veces que dice que no hay pis y luego lo hace en la bañera, jajaja, imagino que esto es frecuente en los niños de su edad. 



Por otra parte estamos intentando inculcarle una rutina de hacer pis en el váter en determinadas ocasiones como son:
- nada más levantarse de la cama, que sabemos que tiene muchas ganas de orinar y le es fácil hacerlo donde sea.
- cuando le vamos a cambiar un pañal y vemos que no lo ha mojado a penas, la llevamos al váter y suele relajarse y hacer pis también sin demasiada dificultad.
- antes de dormir la siesta o al levantarse de la misma.
- cuando le ponemos el pijama, antes de irse a la cama.
- en cualquier momento del día que nos da por ofrecerle ir al váter y ella acepta.

Imaginamos que por culpa de la infección de orina y el siguiente estreñimiento será algo difícil y larga la operación pañal, así que ya nos hemos cargado de paciencia para entender que podría llegar el verano y aún no estar preparada, o que llegue septiembre y no pueda empezar el colegio porque aún no haya dejado el pañal.

No obstante le hemos comprado unas braguitas muy chulas que ella se pone contentísima de vez en cuando encima del pañal, aunque nosotros le decimos que son para usar sin pañal, pero al menos se la ve ilusionada con ellas. El día que le ponemos braguitas intentamos llevarla al baño a hacer pis al menos cada 3 horas, y la verdad es que funciona bastante bien.

Estas navidades le regalamos un libro que le encanta mirar por la noche y desde que lo tiene ve con más sentido lo de hacer pis en el váter y en el orinal, e incluso lo de llevar braguitas sin pañal debajo, y creemos que ha ayudado mucho a que E. se deje sentar en el váter para orinar e incluso tenga un poco de paciencia para esperar a ver si le sale algo o no. El cuento en cuestión es "El orinal de Lulú"  pero hay muchos similares en las librerías.






Lo dicho, paciencia y más paciencia, y a ver si en el 2019 conseguimos que deje de usar pañal, porque esto pinta que será un proceso mucho más largo que el destete.


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martes, 5 de febrero de 2019

Purés de verduras variados para una semana

Casi cada semana me pongo a pelar y preparar verduras de todo tipo para tener hechos los purés para la peque. Además ese mismo día aprovecho para hacer una cremita de verdura también para nosotros.

Antes E. no probaba la verdura, pero de unos 3 meses para acá ya la come, eso sí, solo en puré. Y para que no le sepan todos iguales cuezo las verduras todas juntas pero luego hago combinaciones diferentes con las verduras a la hora de batirlas.

ASÍ HAGO LOS PURÉS

  1. Selecciono las verduras que quiero darle. En esta ocasión voy a poner media calabaza, 2 calabacines, 2 puerros, 4 zanahorias y un puñado de alubia verde redonda (he probado a hacerlo con la alubia verde plana pero es más fuerte y no le ha gustado nada). Además coceré unas patatas para añadir una pequeña cantidad a cada puré, pero que en su mayoría serán para hacer nuestra crema. No me gusta echar mucha patata en los purés de mi hija porque no es una verdura tal cual, sino un tubérculo cargado de hidratos de carbono y fécula y para eso ya come pasta, pan, arroz...


 




  • Las patatas y las zanahorias las pelo y las dejo al fondo de la olla, pues son la que más cocción necesitan de todos los ingredientes que usaré. 
  • La calabaza la pelo y la corto en trozos grandes para que no coja demasiada agua.
  • Los calabacines también los pelo, aunque he oído que se pueden usar con piel. Ya lo veré más adelante.
  • A los puerros les doy un corte a lo largo para lavarlos bien debajo del grifo, les quito el culo y las hojas feas y los corto solo a la mitad, para que no se desperdiguen por la olla y poder localizarlos mejor.
  • La alubia verde la lavo y le quito los dos extremos y la dejo sobre todas las verduras. De hecho no importa que al echar agua en la olla no queden cubiertas, pues se hacen perfectamente al vapor.

2. Cierro la olla y la pongo al máximo (9) en el fuego más grande. En cuanto comienza a sonar la válvula la bajo a fuego medio (6) durante 10 minutos. Transcurrido ese tiempo la apago y voy soltando vapor poco a poco hasta que sea seguro abrir la olla.

 

 3. Voy sacando las verduras a diferentes cuencos escurriendo muy bien el agua, porque me interesa hacerlos espesitos, así a la hora de congelarlos sé que tengo la máxima cantidad de nutrientes en el mínimo espacio. Siempre hay tiempo de diluirlo un poco si a nuestro hijo no le gusta tan espeso, añadiendo un poco de agua cuando lo calentemos antes de dárselo.
Da lo mismo que se nos mezclen algunos ingredientes, por ejemplo que nos quede una alubia verde con la calabaza o un poco de puerro con la zanahoria, pues al fin y al cabo tendrá que comer de todo.

4. Vamos poniendo diferentes ingredientes en el vaso de batir y añadimos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, pero nada de sal.

PRIMERA MEZCLA: Puré de calabaza y zanahoria.
Echo la mitad de la calabaza que tengo y 2 zanahorias, que serán los ingredientes principales, pero le añado un poquito de patata, medio calabacín y un poco de puerro. Echo el chorrito de aceite y lo bato hasta que quede lo más homogéneo posible. Me da para llenar 3 vasos de 160ml, y lo que me sobra, que es muy poquito, lo dejo para enriquecer el siguiente puré.



















SEGUNDA MEZCLA: Puré de alubia verde y calabacín
Sobre lo que me ha sobrado del puré anterior coloco 3/4 partes de la alubia verde que tengo, un calabacín, un poquito de patata, un buen puñado de puerro y una zanahoria. Añado el chorro de aceite y lo bato hasta conseguir una mezcla homogénea. Me da para llenar otros 3 vasos de 160ml, y lo que me sobra lo dejo para la mezcla final.


TERCERA MEZCLA: MIX de verduras
Con el puré que me ha quedado en el fondo del vaso de batir y las verduras que he dejado en los cuencos (un poco de cada) hago otro puré, que al no llevar un ingrediente principal lo llamo MIX. Añado el chorro de aceite y bato hasta conseguir la mezcla homogénea. Esta vez lleno solo 2 vasos de 160ml y lo que sobra lo junto con la patata (casi toda la que cocí) y lo bato para hacernos nosotros una cremita.


 

5. Cierro herméticamente los vasos y los rotulo con el nombre de la mezcla y la fecha, y los pongo a congelar, todos excepto dos de diferente tipo, que serán para darle a la niña ese mismo día y al día siguiente.

OTRAS VERDURAS QUE SUELO USAR


Si no quiero hacer puré para nosotros y todo lo que meto en la olla es para hacer raciones y congelar, entonces pongo solo una patata pequeña y más cantidad del resto de verduras, pudiendo hacer más combinaciones diferentes de sabores, por ejemplo haciendo que uno sepa más a puerro, que a mi hija le encanta, o haciendo que el boniato sea un elemento principal en la mezcla. Así cada día los sabores son diferentes.

Si a nosotros nos apetece un día tomar un puré de puerro, que básicamente lleva solo puerro y patata, cuando lo tengo batido con el chorro de aceite de oliva aparto un poco para nuestra hija, y salo solo lo que nos vamos a comer nosotros. Pero un puré de estos, en los que hay tanta presencia de patata, no lo congelo nunca.

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