sábado, 23 de marzo de 2019

Mes 2: Primera visita ginecológica con sensación agridulce. Rinitis

Semana 8 (segundo embarazo)

Esta semana estuve varios días sin escribir porque nuestra hija de 2 años se contagió de rotavirus y estuvo ingresada en el hospital durante 5 días, más los días anteriores de efermedad en casa y los posteriores de recuperación. Lo más importante que ha pasado en la semana 8 de embarazo ha sido la primera visita oficial al ginecólogo, y digo "oficial" porque tuve que ir en la semana 6 por un pólipo que se salía de la vagina (MES 2: De nuevo al ginecólogo de urgencia. Regresa el apetito) pero la visita de esta vez es ya por el embarazo.

PRIMERA VISITA GINECOLÓGICA DEL EMBARAZO

Mi chico y yo habíamos reservado este día para nosotros. Iba a ser la primera vez que nuestra hija fuera a dormir a casa de su abuela. Lo habíamos decidido así para tener una noche especial entre nosotros, a solas, que no teníamos desde hace más de 2 años, por si al día siguiente, en la visita al ginecólogo, nos daban una mala noticia. Necesitábamos mimarnos y estar juntitos hablando de los "y si..." que nos podríamos encontrar, para estar preparados.

Pero no pudo ser. A nuestra hija la ingresaron en el hospital dos días antes y a la cita con el ginecólogo tuve que ir yo sola.  Era tan grande la preocupación que tenía por nuestra hija que me di cuenta que durante el trayecto de 10 minutos que hay entre el hospital y mi ginecólogo no era capaz de pensar en nada. No tenía ilusión ni tampoco preocupación por lo que me podía encontrar allí. No había miedo ni nervios en mi cuerpo. Iba sola, y sabía que nadie podría consolarme si algo salía mal, ni tampoco iba a tener con quién celebrarlo a la salida si todo iba bien. Pero estaba preparada para cualquier cosa, aunque solo esperaba 2 noticias: que hubiera embrión y que hubiera latido, así tendría aún 7 meses por delante para poder festejar el embarazo. Mi corazón estaba en el hospital con mi hija de tan solo 26 meses enganchada a un suero y sin poder comer.

En el ginecólogo me preguntaron lo normal:
  • confirmar último día de regla (20 de enero)
  • peso: 50.5kg
  • hábitos alimenticios (por si solía comer carne cruda, que es que sí, pero evidentemente desde que sé que estoy embarazada, no, por miedo a la toxoplasmosis)
  • síntomas o malestar: ninguno a destacar, como parece ser habitual en mí.
Ecografía

Inmediatamente me puso al ecógrafo vaginal y allí estaba, un pequeño embrión, que era más como una alubia gordita que otra cosa. Medía 1.47cm, lo que correspondía con la ovulación en el fin de semana que me dio el TO positivo (un día después de lo que yo suponía, y un día antes respecto al día de última regla que yo dije al ginecólogo, con lo cual, a partir de ahora, contaré las semanas como él, para no tener que llevar dos cuentas, y punto, pues solo habrá un día de "error"). 

Había un pequeño embrión, pero latía con fuerza!


Era una alegría enorme, pero mi chico no estaba conmigo, así que la sensación fue totalmente agridulce, como un bonito sueño que pasa rápido y pronto se olvida, y es que todo fue muy rápido. Mi ginecólogo se caracteriza por ser veloz y breve en las ecografías, y sabía que este era nuestro segundo embarazo, así que tampoco se detuvo en enseñarme a mi futuro bebé, pues encima, estaba yo sola.

Así fue nuestra primera visita al ginecólogo en mi primer embarazo: Mes 3: Primera cita ginecológica y ecografía

Volantes para las analíticas

Me dieron 3 volantes para analíticas. Dos de ellos son para hacer a la vez entre la semana 9 y la 12 de embarazo, porque se tratan de la analítica general del primer trimestre y la del cribado para trisomías. El tercer volante es el que en principio he de hacerme a parte y en la semana que me digan los del laboratorio porque es para detectar trisomías también pero con más precisión, con más exactitud a afinar en la detección de cromosomas alterados en el feto y así recomendar o no una amniocentesis. Como yo ya tengo 41 años, de ahí mi petición para hacérmelo, y la aceptación por parte de mi ginecólogo en prepararme un volante para ello.
Las tres analíticas son concretamente:
  • Analítica general del primer trimestre: hemograma, test coomb indirecto, plaquetas, hemoglobina glicosilada, vitamina D, toxoplasmosis IqG, toxoplasmosis IqM, TSH, Rubeola IqG, rubeola IqM, Lues, antígeno australia, hepatitis C, HIV y Sedimento en orina.
  • Cribado bioquímico de riesgo de trisomías: determinación en sangre de las hormonas PAPPA y FBHCG (que junto con la medida de traslucencia nucal y la edad de la madre les dará un % de riesgo para las trisomías 13, 18 y 21, o lo que llaman triple screening).
  • Cribado no invasivo prenatal en sangre materna: miran y estudian el ADN fetal.
El tercer cribado se puede hacer a partir de la semana 10 cumplida y es de pago. Nosotros lo haremos con VeriRef que lo que hace es un test de laboratorio para analizar, a partir del ADN fetal que se encuentre en la sangre materna, el riesgo de existencia de aneuploidías en los cromosomas 13, 18, 21, X e Y del feto (por ende nos podrán decir el sexo del bebé muy pronto, pero eso nos importa mucho menos, por no decir nada en absoluto). La sensibilidad para este test es de más del 98% y la especificidad de más del 99,9%, es decir, superior al triple screeing habitual que se hace a partir de hormonas de la madre, pues para el VeriRef  se usa directamente material genético del feto.

En todo caso, si saliera una alta probabilidad de alguna trisomía me realizaría una amniocentesis, que al fin y al cabo es la única prueba que puede determinar al 100% la presencia de dicha alteración cromosómica  en el feto. No es que nos preocupe demasiado el hecho de que aparezca una alta probabilidad de tener un bebé con Síndrome de Down (cromosoma 21) sino con el Síndrome de Edwards (cromosoma 18)  con una alta tasa mortalidad postnatal, o el síndrome de Patau (cromosoma 13) cuyos bebés no suelen superar los primeros días o semanas de vida.


RINITIS

Bien es conocida la alta probabilidad de rinitis en el embarazo, y aunque no se llegue a tener rinitis, yo creo que toda mujer embarazada pasa alguna época en la que siente las fosas nasales muy secas y con congestión, algo así parecido a una alergia. Pues bien, no es que la rinitis que he cogido yo sea gestacional sino hospitalaria, por estar todo el día metida en la habitación del hospital con mi hija, en donde a penas hay algo de humedad pero como soy propensa, pues lo he cogido con ganas. Tengo las fosas nasales tan imflamadas que no puedo ni moquear. Siento congestionada la zona y solo puedo aliviarlo por la garganta y a duras penas. Y además se me comienza a secar también la garganta de respirar por la boca a todas horas. Sé que no me puedo tomar nada, ningún antihistamínico ni mucolítico ni nada que no sea paracetamol para el dolor de garganta, pero este tampco quiero tomarlo. Al fin y al cabo el paracetamol es tan solo un analgésico, es decir que no me curará nada, sino que solo aliviará el dolor que tenga, y no me compensa si sé que puede pasar al embrión, en esta semana 8, que es muy prontito.

Contándoselo a la familia

Al final hemos decidido contarle a mi suegra que estoy embarzada. Todo ha sido al volver del ginecólogo. Ella se iba a haber quedado con la niña esa noche pensando que yo tenía cita con el dentista a primera hora de la mañana. Le hemos dicho la verdad, y el por qué de nuestra preocupación también cuando tuve que ir a urgencias por el pólipo. Creíamos que se lo imaginaba, nos daba la impresión de que auguraba que estaba embarazada por sus indirectas, pero al contárselo nos hemos dado cuenta de que no era así para nada, jajaja, la pobre no tenía ni idea, y se ha llevado una sorpresa y una alegría muy grandes.

No obstante, es mejor así, porque necesitamos una cómplice para quedarse con la niña cuando tenga que ir a hacerme las analíticas de sangre (no queremos hacer madrugar tanto a la pequeña) y para que entienda que no puedo beber agua cogida de la fuente como hacen ellos, sino que sea del grifo o de botella, que no puedo comer jamón ni embutidos sin cocinar, ni probar el vino (aunque esto tampoco les sorprende tanto porque no soy nada bebedora de alcohol). También ha entendido que se lo digamos solo a ella porque es la que está viniendo al hospital a pasar la tarde con la niña para distraerla un poco, y está viendo que yo a penas le estoy cambiando pañales, por no contagiarme ya que tiene mucha diarrea, y estoy continuamente lavándome las manos.

El problema es que ahora ella es la que nos presiona un poco para que lo contemos al resto de la familia porque dice que le va a costar morderse la lengua, pero confiamos en que aguantará perfectamente y dejará que seamos nosotros quien lo anunciemos, cuando lo creamos oportuno.

Yo por mi parte no quiero que lo sepa aún mi madre, y menos en este momento que tenemos a la niña ingresada. Necesito paz, y desconectar un poco del embarazo. Ahora que ya sé por la ecografia que todo va bien, he de dedicarme a mi hija pequeña y no preocuparme por nada más que no sea importante. El embarazo está controlado, yo me estoy cuidando, mi marido también cuida de mí, no necesito llenar mi cabeza de preocupaciones.

Síntomas:

8 semanas de embarazo (estatura: 1.72cm)
Peso: 51kg
Contorno pecho: 78cm
Contorno barriga (por el ombligo): 75cm
Contorno cadera: 93cm



Es verdad que he aumentado los cm en la barriga, pero creo que mucho tiene que ver con el estar en el hospital y casi no hacer de vientre.

Vuelvo a tener mucha hambre, ahora sí que me reconozco como una embarazada en potencia que no dejará que nadie se interponga en mi camino hacia un plato de comida.

También orino con mucha frecuencia, pero como pasa con la barriga,seguro que es porque bebo mucha agua para ayudar a curar la rinitis y aliviar el dolor de garganta, y tengo una presión considerable en el abdomen por no ir bien al baño.

Post anterior: MES 2: Malestar digestivo. Desanimada por ausencia de síntomas
Siguiente post: MES 3: Muy acatarrada. Empiezan las estrías?

También te puede interesar:

Semanas 7 y 8 de mi primer embarazo

NUESTRA BÚSQUEDA DE EMBARAZO (primer embarazo)



No hay comentarios:

Publicar un comentario