lunes, 24 de diciembre de 2018

El segundo cumpleaños: de bebé a niña

Mi hija cumplió 2 años ya hace unos cuantos días, pero los cambios más notorios de su edad comenzaron a las puertas de su cumpleaños, hace ya un par de semanas.




Resumen de 18 a 24 meses

Cuando E. tenía 19 meses, y coincidiendo con que me quedé embarazada por segunda vez, tuvimos una crisis de lactancia, en la que la peque solo quería teta a todas horas, y si tardaba un par de minutos en ponerla al pecho lloraba como una loca. Así que estuve dándole pecho a demanda durante esos días. No sé si influyó o no, pero tuve un aborto bioquímico. Yo creo que fue debido a una insuficiencia lútea, o sea FL corta que ya sabía que tenía debido a la lactancia, lo que no sé es si esta crisis de lactancia aceleró el aborto, pues lo tuve el día 15 después de la ovulación.

A los pocos días, en los que seguía obsesionada con mamar (no lo hacía por hambre ni por mimos, sobre todo lo pedía en circustancias que ella quería evitar como ir a dormir), me mordió el pecho. Fue justo antes de acostarnos para darle la toma antes de dormir, ella no pudo esperar más y me agarró y me mordió la teta por encima del pijama, y me hizo sangre, sí. Le dpasé la niña a su padre y yo me aparté para respirar hondo, soportar el dolor físico y el psicológico. Había rabia e impaciencia en su mirada y yo, como su madre que soy, sabía que no sabía gestionarlo y lo hizo de aquella manera.

Con 20 meses comienza a mostrar las ganas de hacer caca antes de hacerlo en el pañal, así que aprovechamos para enseñarle a usar el orinal y el váter con un asiento adaptado a ella. Parece que lo disfruta. Dice "caca" y puede ser pipí o caca, pero no tiene nada en el pañal, así que la llevamos al baño, y allí lo hace, el pis o la caca. Dejamos incluso que se limpie ella cuando hace pis, y disfruta pidiéndonos "papel" para hacerlo, pero esto es un error (limpiarse mal ella sola) porque acaba cogiendo una infección de orina. Esto conllevaría en el futuro a un extreñimiento por no querer hacer caca y darle miedo (cuando hacía pis le dolía) que tratamos y superó muy bien (ya lo contaré en otro post.)

A los 21 meses le sale por fin su primer colmillo, pero parece que esto está haciendo que aumente de nuevo la demanda de pecho. Yo le doy, claro, no toma leche de vaca (solo 1 yogurt a la noche) pero comienza a comer purés de verduras así que decido bajarle la frecuencia de las tomas de noche y comienza a beber algo más de agua y a ponerse a dormir después de mamar (Hablo más de este periodo en el que comencé a destetarla de noche en el post Dejando la lactancia nocturna (7ma parte)).


Con 22 meses comienza a beber leche de vaca, pero eso sí, ha de estar fría o del tiempo porque caliente no le gusta. Al principio bebe unos 40ml al día, pero pronto pasa a beberse entre 60 y 90ml. También comienza a apetecerle más los petit suisse (danonino para que nos entendamos) y los demanda sobre todo como almuerzo, un par de horas después de desayunar o a la hora de la merienda.

Poco después de cumplir 23 meses cogió un catarro muy fuerte con contínuos ataques de tos que propiciaron el que vomitara todos los días leche materna, o la comida, o la cena. Y estando con las defensaas bajas cogió una gastrongteritis que terminó por dejarla hecha polvo: falta de apetito, diarrea, decaimiento... Estuvo 2 días enteros sin comer, no fue capaz de comer nada sólido, pero por suerte seguía mamando algo y bebiendo agua, auqnue al final perdió unos 700g en esas semanas, que es mucho para ella (más de un 5% de su peso en una niña que lo que ha de hacer es engordar).

24 meses y remontando: come mejor que nunca

E. está mucho mejor, se nota que no es un bebé. El catarro y la gastro hicieron que adelgazara mucho (de 10.5kg pasó a 9.8kg) pero comenzó a remontar. Lleva unos cuantos comiendo mejor que nunca: desayuna una rebanada de pan o dos (no quiere galletas y solo algunas veces pide cereales integrales), unos 150ml de leche; almuerza un petit suisse grande y una pieza entera de fruta (puede ser una mandarina o una pera por ejemplo) y a veces otro trocito de pan; come un puré de verduras espeso, carne o pescado según el día y más fruta de postre; merienda fruta sobre todo y algo de jamón cocido e incluso un quesito u otro petit suisse: y cena otro puré de verduras con algo de proteína después (por ejemplo tortilla francesa) y más fruta. Antes de acostarse se come un yogurt y fruta si pide más, e incluso puede pedir más leche de vaca. Ojalá siga con este ritmo y dentro de un par de semanas pueda hablar claramente de cómo esta siendo su dieta y si ha conseguido alcanzar de nuevo el peso que tenía.


Pero las legumbres... No hay manera de que quiera probarlas, así que intentaremos meterle algunas en los purés, ya que cada vez va probando más sabores diferentes. Esta semana por ejmeplo decidi meterle unos guisantes en alguno de ellos, y genial, así detecta otro sabor nuevo.

Habla cada vez más y mejor

Poco antes de cumplir los dos años comenzó a repetir las palabras que le decíamos y a sorprendernos diciendo ella algunas nuevas. Ya no solo le basta con "pato, vaca, mano, agua..." que las dice perfectamente desde hace un par de meses, sino que ahora se atreve a hacer frases (a su manera) para explicarnos lo que quiere o para contarnos lo que ha hecho. Pero sobre todo llama la atención que le gusta repetir todo lo que escucha, no hace falta estar detrás de ella para que diga una cosa, aunque tampoco es que lo hayamos hecho nunca, dejamos que se vaya soltando ella sola porque creemos que está en una situación complicada lingüísticamente hablando, ya que yo le hablo en castellano, su padre en francés y el resto de la gente de aquí en catalán.

Lo bueno que estamos notando es que no le da por decir que todo es suyo como vemos en otros niños, supongo que porque se está educando en casa y lo compartimos todo, con lo cual no hay nada a lo que le vayamos a decir, "eso no es tuyo, es mío". Sí que dice su nombre al referirse a alguna cosa que quiere para ella, pero si tiene algo y le dices que mejor lo usamos entre todos no le parece nunca mal y lo comparte. Le gusta hacer las cosas en compañía y hablar mientras juega, no quiere jugar sola. Solo de vez en cuando, cuando ha comido bien y está muy relajada vemos que está en algún lugar de la casa "a su bola" un rato, sin llamar nuestra atención.



Eso sí, es muy influenciable. Cambia del sí al no según le digas las cosas, y eso es muy divertido, jajaja. Además como papas primerizos que somos estamos viendo de dónde nace el ímpetu y la afición por determinadas cosas en los más pequeños: de los padres!! Si ponemos una canción que no quiere escuchar y nos ponemos a cantarla nosotros felizmente y con entusiasmo se une, y al día siguiente es ella la que nos pide con ansia que pongamos esa canción, jajaja, pobres criaturas, ahora entendemos de dónde nacen los forofos de futbol o los superfans de determinados cantantes...

Se mueve de forma mucho más coordinada

Trepa, camina, corre, se agacha, se gira, da vueltas... con una soltura despampanante. Es en esos momentos en los que se pone a hacer las coreografías de su grupo de música favorito cuando nos damos cuenta de que ya no tenemos un bebé sino una niña. Pasa las páginas de las revistas y de los libros con mucha soltura, de una en una o haciendo abanico como hacemos los adultos si buscamos algo concreto. 

También se le nota mejor coordinada en el agua de la piscina, ya que con el corcho alrededor de la cintura es capaz de desplazarse ella sola por la sin hundirse y si en algún momento se ve "en peligro" porque la cabeza se le vaya para adelante (que aún le pesa mucho más que el resto del cuerpo) hace un amago de "hacerse la muerta" y vuelve a la posición segura del principio.

Sube y baja escaleras con mucha facilidad, eso sí, agarrándose a algo siempre sobre todo para bajar. De hecho le encanta trepar por cualquier sitio que pille.


Dotes artísticas

Siempre le ha gustado eso de coger lápices de colores y papel para hacer sus borratajos, pero sobre todo lo que le gusta es pedir a los adultos que le dibujen peces. No sabemos por qué esa afición por los peces, pero menos mal que es eso y no caballos, ya que un pez es mucho más fácil de dibujar. Tantos peces le hemos hecho ya que en un par de ocasiones ella ha dibujado unos trazos diciendo que era un pez, y francamente, lo parecen.


Emociones

Aún no sabe gestionar bien sus emociones, y eso lo vemos cada vez que vamos a la cama. Ella dice "mimir no" pero aún así pide teta, que sabe que es solo para antes de dormir. Si es la siesta, que ya lleva varios días durmiéndola sin pecho, se enfada mucho, llora, patalea, me intenta desnudar, y no quiere entender que ha de cerrar los ojos y dejarse llevar. Así se puede estar hasta dos horas, cuando cae rendida en mis brazos y se duerme.

Pero lo mejor de todo, el cambio más importante en estos dos años que tiene, es el ver lo consciente que es de las cosas. Días antes de su cumpleaños ella ya sabía que tendría que soplar las velas en una tarta, además me lo había visto hacer a mí hacía no mucho. Y así cada día ella soplaba al aire dándonos a entender que quería hacerlo, y nosotros le decíamos cuántos días faltaban para ese momento. Pues bien, cuando llegó su cumpleaños, la sentamos en la trona, apagamos las luces y vinimos con la tarta y las velas encendidas cantando el cumpleaños feliz, se emocionó tanto que le salieron lágrimas de los ojos aunque mantenía una sonrisa asombrosa en su cara. La verdad, fue bellísimo verla tan consciente de lo que estaba sucediendo...


En qué no ha progresado aún

Partiendo de la idea de que la niña está teniendo una buena salud en general y un progreso adecuado en todos los sentidos, hay cosas que vemos hacer a otros niños de edad parecida a ella que E. no es capaz de hacer todavía y esperamos que en los siguientes meses lo consiga:
  • Diferenciar el nombre de los colores. Ella no es daltónica, pues le gusta mucho poner los juguetes por colores (si te sirve un "café" te da la taza, el plato y la cuchara del mismo color, y así con casi todo) pero a la hora de nombrarlos a todos los llama "asul" o sea azul. También supongo que al tener que aprenderlos en 3 idiomas tarde un poco más que otros niños.
  • Saltar. En el parque hay camas elásticas que ella disfruta como el resto de niños más grandes, pero no es capaz de saltar en ellas, solo mueve las rodillas flexionándolas y bota, sí, pero sin elevarse nunca del suelo. Tampoco en la piscina es capaz de tirarse al agua de un salto. Lo he intentado con ella varias veces ayudándole a saltar desde un escalón, pero o bien no sé enseñarle, o ella no sabe cómo se hace, o bien ya le saldrá solo más adelante.
  • Control de esfínteres. Después de casi haber conseguido que pidiera siempre por hacer pis y caca en el váter cuando tan solo tenía 20 meses, pasó por una infección de orina y un extreñimiento que han conseguido que no vuelva a avisarnos si tiene caca hasta que no la ha hecho ya en el pañal, y a veces ni nos avisa. Nos sentimos como si fuéramos un poco para atrás. Esperamos que pronto reanude ese interés por ir al lavabo a hacer sus cosas sin pañal, pero tampoco le vamos a meter prisa ni la presionaremos para hacerlo, porque si tenemos algo claro es que cada niño tiene su ritmo y hay que respetarlo. Está claro que no llevará pañal toda su vida.
  • Construir torres. No sé si es por desinterés o por qué, pero sigue sin llamarle la atención los juegos de construcción. Para Navidad le tenemos preparado uno de muchas piezas, a ver si con colores llamativos se lanza a construir torres y apilar las fichas hacia arriba.






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