lunes, 30 de octubre de 2017

Al fin comprobamos que sabe succionar

Nuestra pequeña tiene 10 meses y siempre ha tomado la leche materna directamente del pecho. Son innumerables las veces que hemos intentado darle un biberón con mi propia leche o con leche de fórmula, pero nunca ha sabido beber, o al menos nunca le ha interesado. Esta semana, al fin, ha bebido de verdad y eso nos da esperanzas para poder irle destetando poco a poco cuando cumpla el año.



¿Por qué hacer que aprenda a beber de un vaso?
Como cuento en algún post anterior, mi intención es destetarle a partir del año para poder hacerme la mamografía del pecho en el que tengo microcalcificaciones. Hace ahora un año que me hice la última estando embarazada de 32 semanas, y para hacerme la próxima se supone que debo haber estado al menos 2 meses sin dar el pecho, así que calculo que no podré hacérmela hasta dentro de 4 o 6 meses. Esto supone que habrán pasado más de 2 años desde que me detectaron las microcalcificaciones, y es un tiempo considerable para que hayan sufrido alguna modificación. Desearía que fuera mi hija la que se destetara sola, a partir de los 2 años, pues claro, porque además la lactancia materna nos va bien (dentro de lo que supone no tener más de 2 horas seguidas de sueño por la noche y estar pegada a ella todo el día para aliviarle las molestias y los mimos que tiene con la salida de los dientes) pero he de pensar en mi salud, y ella deberá aprender a beber de vaso o de taza adaptada cuanto antes.

Más vale tarde que nunca
El otro día, estuvo mucho rato con su padre, jugando, leyendo cuentos... y yo me di cuenta de que tenía mucha leche en un pecho así que me saqué 50ml y los puse en un vaso de aprendizaje con asas para bebés. Se la di a mi chico sin que la pequeña me sintiera, a ver si estaba tan relajada como parecía y se la bebía (como estaba recién sacada tenía la temperatura ideal). Mi chico me llamó al cabo de un momento y me dijo que podía ir a verles, que ya no quería más, pero que se había bebido 20ml seguidos! Y no habían pasado ni 4 minutos! Era todo un logro! Para aquellos padres que le dan biberón a sus hijos puede parecer una tontería, pues a esta edad ya se toman sus megabiberones de 200ml fácilmente, o eso tengo entendido, pero la nuestra era la primera vez que succionaba de verdad de una tetina para beber. Sí que le hemos dado en verano, cuando tenía 7 meses, algún que otro trago de agua directamente de un vaso, y lo "sabe" beber más o menos, pero nosotros necesitamos que aprenda a beber seguido de otro medio que no sea mi teta.


Como estaba claro que tenía hambre, y yo aún estaba muy llena, la senté en mi regazo y le ofrecí mi pecho, sujetando con una mano el vaso con la leche que quedaba. Lo que hizo fue mamar un rato y después comenzó a alternar mi pecho con el vaso. Se soltaba de mi pecho para pedirme del vaso! No daba crédito! En total calculamos que se bebió unos 40ml del vaso con tetina, toda una proeza. 

¿Y por qué ahora y no antes?
A parte de que se le nota ya una cierta madurez a la hora de alimentarse con 10 meses que no tenía a los 6 (ya sabe hacer la pinza, se lleva ella sola la comida a la boca, traga lo que puede y escupe lo que es demasiado grande) la salida de los dientes ha propiciado que tenga un interés especial por los mordedores. Hay que señalar que esta niña siempre ha mordido los chupetes en lugar de chuparlos, pero ahora está más rato. Así que hace poco le compramos un chupete de esos que es completamente de látex, y parece que le agrada mucho, hasta el punto de que la hemos oído alguna vez cómo lo chupaba, como succionando, cosa que no había hecho nunca hasta ahora. ¿Puede que el chupete le haya ayudado a aprender a beber del vaso con tetina? Nosotros creemos que sí.

¿Cuál será el siguiente paso?
Estamos deseosos por vivir una situación similar de nuevo, pero para eso he de tener yo un pecho más lleno de lo habitual y con lo demandante que está la niña últimamente es difícil. Pero intentamos que cada noche pase un rato relajada con su padre, y si vemos que puedo sacar leche y ofrecérsela, lo haremos. También sabemos que los niños cambian mucho de hacer una cosa de un día para otro, pero mantenemos la esperanza de poder repetir experiencia y probar un día con la leche de fórmula, que aunque no tiene nada que ver en sabor con la materna, puede que al acostumbrarse a beber con papá cada noche del vaso, lo pase por alto, o al menos lo intente.

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