miércoles, 7 de agosto de 2019

Operación pañal superada

Estamos muy contentos de poder decir que nuestra hija de 31 meses (es decir de poco más de 2 años y medio) ha dejado ya de usar pañal. Pero debemos reconocer que hace 2 meses no teníamos ninguna confianza en que lo lograra y nos empezamos a plantear que posiblemente no podría entrar al colegio en septiembre. A nosotros ese tema nos daba igual, pero sabíamos la ilusión que le hace ir al cole con el resto de niños.



No creíamos que lo conseguiría

Cuando tan solo tenía 19 meses comenzó a avisarnos con la palabra "caca" de que quería hacer caca, y la poníamos sentada en el váter y hacía sus necesidades divinamente, y aunque la limpiábamos nosotros, cometimos el error de dejar que lo hiciera ella después para que fuera aprendiendo, de tal modo que cogio una fuerte infección de orina. Lo explico más detalladamente en la entrada Infección de orina, estreñimiento, y operación pañal

A partir de entonces no solo dejó de avisarnos cuando quería hacer caca sino que dejó de hacerlo diariamente y pasó a hace sus necesidades solo una vez a la semana, hasta el punto que un día tuvimos que llevarla a urgenciaa porque le dolía la tripa. Tuvo que tomar medicación durante un tiempo y para cuando cumplió 2 años ya comía muy bien puré de verdura y volvio a hacer caca regularmente cada día. 

Fue desde entonces que la caca comenzó a hacerla de pie (con el pañal puesto evidentemente) y no quería que nos acercáramos en ese momento. Le proponíamos alguna vez ir al váter, ya que se sabía que iba a hacer caca por la cara que ponía y cómo se sujetaba a algún mueble, pero siempre nos rechazaba.

Así que no temíamos tanto el tema de que dejara de hacerse pis en el pañal, sino que no sabíamos cómo conseguiríamos que hiciera la caca sentada, en el orinal o en el váter, y evidentemente esto sería un problema para ponerle braguitas y enviarla al colegio. Además no nos decía que tenía caca en el pañal, se lo teníamos que preguntar si olía mal, y eso que ya iba a cumplir los dos años y medio.

Siempre tuvo curiosidad por ir al baño con nosotros

Nosotros nunca le cerramos la puerta del baño cuando íbamos a hacer nuestras cosas, y ya pasados los dos añitos ella ponía mucha curiosidad y preguntaba que qué hacíamos, a lo que de la forma más natural siempre le hemos respondido que estábamos haciendo pis o caca, y ya está. Le enseñábamos que nos teníamos que limpiar después y lavarnos las manos. Y alguna vez le comentábamos que cuando ella quisiera también podría hacerlo como nosotros (de hecho ya teíamos el reductor del váter y un orinal desde el año anterior cuando tenía año y medio).

Así que en lo relativo a la impresión que ella tenía de la caca y el pis, era del todo normal, algo que echábamos de nuestro cuerpo para tirarlo por el váter.

Cómo conseguimos superar la operación pañal

Hablo de que lo conseguimos entre todos porque tanto ella como nosotros, sus padres, tuvimos mucho que ver. Siempre pensamos que sería un proceso en el que habría que implicarse a fondo para comprender en qué punto se encontraba nuestra hija, saber si estaba preparada o no, conocer cuáles eran sus impresiones sobre el cambio que había de producirse, pero sobre todo, estar atentos a las señales que nos indicaran que podía estar preparada para dar el paso, y nosotros debíamos estar ahí acompañándola en todo momento.

La operación pañal como tal duró dos semanas, que fue el tiempo que pasó entre que le pusimos por primera vez braguitas para estar por casa y que comenzó a salir a la calle sin pañal y a pedir hacer pipí en cualquier sitio cuando tenía ganas. Pero en realidad el proceso en sí duró un poco más. En resumen esto fue lo que hicimos:

  • 2 semanas proponiéndole rutinas de ir a hacer pipí en casa
  • 2 semanas proponiéndole hacer pipí de vez en cuando fuera de casa.
  • 2 semanas con braguitas en casa y pañal en la calle y para dormir
  • a partir de entonces braguitas durante todo el día y pañal solo para dormir 

No se trata de una fórmula exacta, sino de lo que fuimos haciendo según la íbamos viendo preparada para dar un pasito más. Hicimos recuento de cómo transcurrió su progreso y este es el tiempo que nos llevó cada paso, en total 4 semanas de preparación y 2 semanas de acción. Si debiera dar una recomendación al respecto sería: no des un paso adelante si tu hijo no quiere o no da muestras de quererlo intentar. Es decir, ante todo no hay que obligar al niño a hacer algo que no quiere. Nosotros esto lo teníamos muy claro con nuestra hija, pues en los próximos 3 meses tendrá ya bastantes cambios grandes en su vida, como es la entrada al cole y la llegada de un hermano.

Mes de preparación: le enseñamos las rutinas

Si hay algo que todos solemos hacer es ir al baño antes de acostarnos o de salir de casa, por lo tanto esto fue lo primero que le enseñamos. E. iba a cumplir dos años y medio, hablaba perfectamente y era capaz de expresar lo que quiere o le gusta y lo que no. Comprobamos que muchas noches ya no mojaba nada el pañal al dormir, lo cual significaba que comenzaba a estar preparada hormonalmente para retener la orina y cambiar el proceso que sigue nuestro cuerpo mientras dormimos y que evita que tengamos ganas de orinar de noche. Así que coincidiendo con el principio del verano y el buen tiempo le fuimos proponiendo hacer pipí en el váter antes de poner el pañal de la noche para dormir o de hacer la siesta, pero no siempre tenía ganas, y de hacer pipí en el váter cuando se despertaba. Como al levantarse de la cama sí que tenía ganas se fue acostumbrando y en poco tiempo lo añadió a su rutina de la noche (bibi de leche, lavar dientes, hacer pipí en el váter, poner pañal y mimir) y en la de la mañana (despertarse, pipi en váter, cambio de pañal, bibi de leche).

También le fuimos proponiendo hacer pipí en el váter antes de salir de casa, sobre todo si notábamos que tenía el pañal seco, a lo que aceptaba unas veces y otras no.

Cuando llevaba ya un par de semanas con estas rutinas en casa comencé a preguntarle si quería venir a hacer pipí conmigo cuando estábamos en algún restaurante fuera de casa. Como cualquier distracción es buena para los niños cuando no tienen sus juguetes, siempre aceptaba y acababa haciéndolo de buen agrado. Creo que para ella era como un ritual divertido sobre todo por lo de lavarse las manos y secarlas en los secadores de los baños públicos. Otras veces le apetecía porque veía que los hijos de nuestras amistades se lo pedían a sus padres, entonces ella también se apuntaba a la "excursión al baño". Además encontramos que algunos centros comerciales tienen baños especiales para niños y hace mucho más cómoda la labor de sentarles en el miniváter o limpiarles después. Eso sí, nosotros tuvimos que aprender a abrocharle el pañal de pie, cosa que hasta entonces no habíamos hecho porque nos parecía bastante tedioso y no confiábamos en que quedara bien cerrado (siempre usábamos cambiador), pero ella comenzó a poner de su parte y hasta en eso nos empezó a ayudar, sujetando el pañal mientras se lo abrochábamos.

Coincidiendo que estábamos de vacaciones le compramos un orinal nuevo y empezó a preferir hacer pipí en el orinal mejor que en el váter. No sabíamos si eso era bueno o malo, pero entendimos que le daba mucha más libertad, pues empezó a querer ser ella la que se bajara el pantalón y quitara el pañal.

El gran paso fue que empezó a decirnos que tenía pis aunque llevara el pañal puesto para que la lleváramos al orinal o al váter y hacerlo allí. Pero la caca seguía haciéndola de pie con el pañal puesto y tampoco nos avisaba de que lo había hecho para limpiarle el culete.

Decidimos quitarle el pañal para estar en casa

Llegaron los días más calurosos del año y un día, sin pensármelo demasiado y ya que comenzaba a pedir siempre por hacer pis en el orinal, le propuse a E. quitarle el pañal y ponerle unas braguitas por la mañana, según le quitaba el pañal de la noche, que no había mojado nada. Eso le gustó. En ningún momento le hablé de que era cosa de mayores, o que debía dejar de usar pañal para ir al cole. Así que estuve varios días dejándole en braguitas por casa y poniéndole el pañal para la siesta y para salir de casa. Eso sí, para la calle llevamos siempre con nosotros toallitas húmedas de wc y un reductor de wc plegable que nos costó 10€, que hace que el ponerle en los váteres públicos sea más higiénico y ella esté más cómoda. Basta con darle un lavado al llegar a casa y listo.

 




También ha sido importante tener a su disposición braguitas bonitas o con sus personajes preferidos, para que ella elija por la mañana cuales se quiere poner.

El primer día hizo varios pipís en el orinal, pero por la tarde se le escapó en las braguitas y tuvimos que cambiarle dos veces. Y la caca la hizo de pie en las braguitas. Le expliqué que ahora había que cambiar de nuevo de bragas y que para la próxima vez que avisara si podía y lo hacía en el orinal.

Al tercer día se puso a hacer pipí en el orinal y del esfuerzo, sin querer, le salió la caca, así que se quedó asombrada, jaja, pero vino muy bien, porque supo que lo puede hacer sin problema sentada.

Al quinto día comenzó a decirnos que tenía caca, le dijimos que fuera al orinal y fue sola, se bajó las braguitas y se sentó, lo malo es que luego solo le salía pis. Al final del día nos pidió el pañal, y se lo pusimos porque creímos que lo pedía por la seguridad que le daba para hacer caca, pero no hizo nada. A la noche, nos pidió de nuevo caca en el orinal y con bastante esfuerzo consiguió hacerlo!! 

Al séptimo día es ella misma la que me pidió hacer pipí en el orinal al despertarse por la mañana. Se va sola al baño para sentarse al orinal y solo me avisa si hace algo para que vaya a limpiarle. No ha vuelto a mojar más braguitas desde el primer día. Aunque suele aprovechar a hacer la caca cuando acabamos de llegar de la calle en el pañal que lleva puesto.

La segunda semana hicimos igual. La dejamos en braguitas para estar por casa y el pañal se lo pusimos solo para dormir de noche o la siesta y para los viajes largos en coche, pero en todo momento nos solicitó el orinal para hacer pipí aunque tuviera el pañal puesto. Vamos, que dejó de mojar los pañales tanto de día como de noche. En el coche, para viajes más o menos largos llevamos siempre un orinal en una bolsa para poder parar en donde sea (área de servicio, la calle o área de descanso, y que ella pueda hacer pipí cómodamente.



Hubo un día, en que volvió a hacer caca "sin querer" en el orinal, cuando su intención era solo hacer pipí, y de nuevo pudo ver lo fácil que resultaba hacerlo sentada. Desde entonces ha comenzado a pedirnos también caca para ir al orinal y hacerlo ella conscientemente.

Anécdota: le hemos comprado unas toallitas húmedas de wc que son de los dibujos animados de La Patrulla Canina, y cada vez que consigue hacer caca en el orinal no nos dice que ha hecho caca sino que nos grita con alegría "Patrullaaaaa Caninaaaaaa" jajaja.

Retirada definitiva del pañal de día

Después de 2 semanas viendo que pedía hacer pipí siempre en el váter o en el orinal y que comenzó a pedir hacer caca también en el orinal, decidimos retirarle el pañal para salir de casa. Eso sí, llevando repuesto de muda y ropa en la mochila por si las moscas.

Lo ha llevado super bien. Solo en contadas ocasiones se le ha escapado un poco de pipí en las braguitas. Eso sí, hay alguna noche que ha mojado mucho el pañal y por lo tanto consideramos que tendremos que retirárselo mucho más adelante, pero sin prisa. Lo bueno es que podemos decir que tras dos semanas usando braguitas por casa ha empezado a usarlas también para salir a la calle y ha ido todo muy bien. Siempre nos dice cuándo tiene ganas de hacer pipí y solo se le escapa un poco si está muy apurada porque ha estado distraída jugando. Lo lleva tan bien que hasta es capaz de aguantarse un poco hasta que encontramos un baño cuando estamos en la calle.

La novedad de esta tercera semana sin pañal es que al no llevarlo ni para la calle ha empezado a pedir hacer caca en el váter, lo cual es mucho más higiénico a la hora de limpiarle, y ya no quiere hacerlo en el orinal. 


Cosas que NO nos habían funcionado los meses anteriores

Hubo varias cosas que intentamos antes de la operación pañal propiamente dicha para ver si nuestra hija ponía interés en querer quitar ella misma el pañal y hacer pipí y caca en el váter pero no funcionaron.

- Ofrecerle toallitas húmedas especiales de wc y decirle que solo eran para cuando lo hiciera en el váter. En lugar de poner interés en hacer la caca en el váter para usarlas, perdió interés por las toallitas.

- Ponerle braguitas sobre el pañal para que las conociera y les cogiera el gusto y decirle que en realidad se debían llevar sin el pañal debajo, que cuando quisiera que lo dijera y se las poníamos sin pañal. No sirvió de nada, no le prestaba demasiado interés al llevar braguitas si luego encima le poníamos unos pantalones.

- Le comentamos que en el cole los niños no llevaban pañal, que cuando ella quisiera se lo dejábamos de poner. Pero nunca nos preguntó ni hizo ningún comentario, como si no fuera con ella. Ella tenía claro que iría al cole este año y punto, pues se lo decía a todos, pero no lo relacionaba con el pañal.

- Les habíamos contado a algún familiar y persona cercana que no sabíamos cómo hacer para que dejara el pañal, que no nos atrevíamos a quitárselo todavía pero la reacción de la gente no fue buena, pues se dedicaron a intentar hablar con ella y decirle que debía dejar el pañal para ir al cole. Por suerte cortamos pronto de raíz este tema y les dijimos  a esas personas que no hablaran con la niña del tema, que parecía sorprendida de que las gente le preguntara siempre si ya no llevaba pañal, y le producía timidez. Así que no, no hace falta el apoyo de demasiadas personas para lograr dejar el pañal, sino darle naturalidad y mantener el proceso dentro de la intimidad familiar.

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