jueves, 1 de febrero de 2018

Elección de la trona y de la hamaca

Escribo esto cuando nuestra pequeña tiene ya 13 meses pero creo que como se trata de una compra necesaria para el futuro hay que ir barajando todas las posibilidades antes de necesitarla y hacer una compra cara sin haber pensado bien la elección. A nosotros nos la regalaron antes de que naciera nuestra hija, pero la elegimos nosotros mismos. Teníamos claro que en el futuro necesitaríamos una trona para dar de comer a nuestra hija y entre nuestros deseos estaba el que la trona fuera cómoda para el bebé, segura, y que se pudiera usar el mayor tiempo posible, al menos hasta que la niña alcanzara a la mesa sentada en una silla normal.

Al ir a buscar una trona de estas características nos dimos cuenta de que hay una infinidad de modelos en el mercado con multitud de diseños más o menos coloridos o bonitos, pero que todas podían servir y eran funcionales para lo que nosotros creíamos que necesitaríamos.

Lo primero de lo que nos dimos cuenta es que había muchas tronas que eran simplemente un asiento que se ata a una silla, que nos parecieron para niños mayores, y otras muchas con bandeja y patas y que se podían usar a partir de los 6 meses. Pero es que también vimos otras pocas que podían usarse a partir del nacimiento. ¿Desde el nacimiento? ¿Cómo es eso? Pues porque son convertibles en hamaca, es decir, que hay una posición del respaldo, la más inclinada, en la que puedes colocar a un bebé de más de 3 kg (o 3.5kg según el modelo) sujeto con un arnés de 5 puntos y un reductor adaptado.

Trona y hamaca

Todo el mundo nos recomendaba que compráramos una hamaca para cuando naciera el bebé, porque así lo podríamos tener en cualquier parte de la casa con nosotros y de forma segura, pero no nos convencía. E. nacería en diciembre, en una época de mucho frío, y no nos gustaba la idea de tener a un bebé recién nacido tan cerca del suelo, porque como bien sabéis las hamacas son muy bajitas, supongo que para darles estabilidad y seguridad. Además nos parecía muy incómodo tener que andar agachándonos para atenderla, ya fuera para dejarla o cogerla, y menos aún teniendo en cuenta que le daría lactancia materna a demanda, lo que suponía que yo iba a estar haciendo sentadillas todo el día. Pues bien, la idea de que la trona se hiciera hamaca nos encantó, porque podríamos tener al bebé tumbado y seguro a una altura más considerable del suelo. La búsqueda se acotó entonces radicalmente y según el diseño de las patas y la amplitud de la bandeja encontramos 2 modelos que nos gustaba y entre los que elegir una: la Polly Magic y la Polly Progres5, ambas de Chicco.

Trona Polly Progres5 vs. Trona Polly Magic (ambas de Chicco)

Cosas en común:
- De 0 a 3 años
- Se convierte en hamaca
- El asiento es el mismo (blando, impermeable, grande y con la misma forma)
- La bandeja extraíble es la misma (amplia y se quita la cubierta para limpiarla)
- Arnés de 5 puntos y separapiernas rígido
- Reposapiés regulable en altura e inclinación (3 posiciones)
- Plegable y con ruedas delanteras
- Apoyabrazos abatibles
- Altura regulable en 8 posiciones

Diferencias:
- Precio: Magic: 180€; Progres5: 200€
- La Magic incluye el reductor para bebé para la función de hamaca, la Progress5 no (Precio del reductor: alrededor de 20€)
- La Magic trae una barra de juegos colgantes para la función de hamaca.
- La Magic solo la hay en colores lisos, la Progres5 tiene estampado de dibujos.
- La Magic tiene un cestillo portaobjetos, la Progres5 no.
- Respaldo reclinable: Magic: 3 posiciones (ahora la hay de 4); Progres5: 4 posiciones.
- La Magic no tiene el asiento extraible para la función de elevador para cualquier otro tipo de silla de casa, mientras que la Progres5 sí.

Pues bien, para nosotros fue muy fácil decantarnos por la Magic, ya que una de las razones por la que queríamos este tipo de trona era por su función de hamaca, y como además traía ya el reductor de bebé, cosa que la Progres5 no que encima era más cara (la progres5 acababa saliendo por más de 220€ con el reductor, que aunque nos la regalen es algo a tener en cuenta) podíamos tener dos cosas en una: trona + hamaca.

Trona ANTILOP de IKEA

En vistas de que en la casitta del pueblo no teníamos nada para que E. se sentara a comer cuando cumpliera 6 meses, compramos la trona más famosa de Ikea, la ANTILOP, con la bandeja y el cojín reductor para la espalda. Nos costó todo unos de 20€, así que estaba genial para usarla ocasionalmente. 

LA REALIDAD

La peque usó mucho la trona Polly Magic de Chicco en su función de hamaca los 4 primeros meses de vida, con los juguetitos y todo lo que traía colgando, pero llegó un día en que ya se aburría de estar sentada y prefería estar incorporada jugando con otras cosas, así que la dejamos de usar hasta que comenzamos con la alimentación complementaria.

Primera experiencia con papillas:
El primer día que probamos a darle de comer algo diferente al pecho, sacamos la trona de nuevo, le quitamos el reductor y colocamos la bandeja para apoyar el cuenco con la papilla. Uff! Qué mala experiencia, la niña parecia atragantarse con las arcadas así que fuimos a sacarla corriendo de allí y fue una odisea porque con la bandeja instalada y el arnés de 5 puntos bien ajustados tardamos bastante. Hay que decir que la niña vomitó y no pasó de un susto.

Primera experiencia con BLW:
Le preparamos unos bastones de sandía sin pepitas pero la niña era aún tan pequeñita que no alcanzaba a agarrarlos en aquella bandeja enorme y que encima le quedaba casi a la altura del cuello. O sea, muy mala experiencia, al menos para ella, porque estaba impotente al no alcanzar la comida y no ser capaz de atinar a metérselo en la boca, pues los brazos quedaban rígidos hacia arriba apoyados sobre la bandeja.

Total que estuvimos varios días probando con distintos alimentos. Las papillas pasamos a dárselas sin ponerle la bandeja (intenatr dárselo, pues nunca llegó a comerlas) pero para el resto de alimentos que preparábamos para que ella los cogiera con la mano, a la pobre se le hacía imposible porque la bandeja le quedaba demasiado alta y ella con los brazos mal colocados y muy incómoda. Decidimos traernos la trona de Ikea que teníamos en el pueblo para casa, y oye, cómo mejoró la cosa! La niña alcanzaba perfectamente a casi cualquier zona de la bandeja. Además era mucho más fácil de limpiar la de Ikea precísamente por ser toda ella de plástico rígido, y el reductor se desenfunda y se lava muy bien en la lavadora. Para limpiar la Magic, con tantos recovecos, es mucho más complicado, sobre todo en esata época en la que los niños lo tiran todo fuera y lo manchan tanto por todas partes. Lo malo? Pues que no es una trona para estar demasiado tiempo sentada, pues aunque el reductor es blandito, este cubre solo la espalda y el bebé está sentado directamente sobre el asiento de plástico.

A día de hoy la niña tiene 13 meses y mide unos 75cm pero sigue usando la trona de Ikea para comer, pues aunque la de Chicco es muchísimo más cómoda, el arnés de 5 puntos le molesta, se agobia y encima la bandeja le sigue quedando muy alta, demasido cerca de la cara. Supongo que para niños que son más tragones les venga bien porque así hay menos recorrido entre la comida y la boca, pero nuestra pequeña se agobia mucho tan "incrustada" entre el asiento y la bandeja y si de principio ya se sienta con pocas ganas a comer... Y si fuera para darle nosotros la comida con cuchara, pues genial sin bandeja, pero es que esta niña solo come lo que puede coger ella con la mano. 


Diferencia al guardarlas


Diferencia entre las bandejas


En verde la altura del asiento respecto el suelo, y en rojo la altura de la bandeja respecto al asiento

No nos arrepentimos de la elección de la trona Polly Magic, porque la ha usado mucho como trona de bebé y en cuanto crezca un poquito más será la que use para comer, ya sea con la bandeja o sentada a la mesa con nosotros. Ya queda menos, pues comienza a comer de forma más ordenada y no tira tantas cosas al suelo y estamos deseando usarla, pero la que debe estar cómoda es ella.

También te puede interesar:




No hay comentarios:

Publicar un comentario