domingo, 17 de diciembre de 2017

Conoce a Papa Noel y ya camina sola!!!

Qué emocionante es ver cómo va aprendiendo día a día, cómo se empapa de toda la información que la rodea... Hemos ido apuntando en un diario todos los progresos del primer año de vida de nuestro bebé. 


Con 5 meses ya sabía hacer la croqueta perfectamente hacia un lado y con 6 meses hacia el otro, además a esta edad ya se mantenía sentada sola sin caerse hacia atrás.
Con 7 meses comenzó a ponerse a cuatro patas y gatear poco a poco y con 8 ya sabía hacerlo bien e iba de un lado para otro sola, también comienza a ponerse de rodillas desde la postura de 4 patas.
Con 9 meses ya se ponía de pie agarrándose a cualquier mueble o a nuestros pantalones. 
Durante el décimo mes ha comenzado a caminar empujando la trona o una silla por casa. 
Con 11 meses aún no camina sola, pero le gusta hacerlo dándonos las dos manos.

Y ayer, a 3 días de cumplir el año de vida, nuestra pequeña ya se ha soltado de verdad a caminar sola. Ha recorrido una distancia de unos 2 metros pasito a pasito entre su padre y yo. Ida y vuelta!!

Llevaba ya unos días que intentaba soltarse, pero daba hasta 3 pasos y se tiraba al suelo a gatear, como que le era más fácil y rápido porque el gateo lo tiene muy dominado, de hecho lleva ya 4 meses practicándolo de continuo porque nosotros la dejamos en el suelo de casa para que se mueva lo que quiera, siempre bajo nuestra supervisión, claro. Tiene unas botitas blandas y calcetines con puntitos adherentes en la suela para que cuando quiera ponerse de pie no resvale, y podemos decir que les ha dado mucho tute. Desde nuestra experiencia no recomendamos el calzado fuerte o algo más rígido cuando el bebé gatea, porque lo único que consigues es que lo haga de forma incómoda, se estropee el calzado que le pongas por la puntera, que es la zona que va arrastrando por el suelo y además te lo raye. Nosotros barremos y fregamos el suelo cada día, pero aún así le ponemos un chándal o ropa cómoda para estar por casa, y porque de andar de rodillas por ahí puede romper los leotardos y estropear la ropa de "paseo". Por otro lado los vestidos, como no sean muy cortos también le estorban a la hora de gatear, porque se engancha con las rodillas y cae de morros.

Pues bien, ayer fuimos a ver a Papá Noel a la empresa de mi chico. He de decir que yo en principio no quería, porque no me convence que la niña tenga Tió, Papá Noel, Reyes, y su cumpleaños todo junto... Pero iban a ir muchos más niños, muchos de ellos de su edad o poco mayores que ella, así que me parecía buena idea llevarla para que se relacionara. Tenía asumido que lloraría como una Magdalena al ver a Papá Noel... jajaja pero el poder jugar con muchos niños, ya que no va a la guardería, seguro que le vendría bien, pues lleva varios días que intenta imitarlo todo. 

Y allí nos presentamos. Lloró muerta de miedo cuando llegó Papa Noel, pero luego, cuando este se sentó en su silla y fue llamando a otros niños para darles su regalo, se pudo relajar. Observaba muy concentrada y en el momento que la llamaron a ella, nos acercamos y no dijo ni mu!!! No lloró!! Flipé!!

Luego se quedó jugando con el resto de niños. Comió bizcocho (y eso que luego en casa no come nada), jugó con juguetes y globos... y hasta le dio la mano a otra niña voluntariamente. Todo estaba saliendo genial. La peque se lo estaba pasando bien y su cerebro no dejaba de trabajar con tanta información. Pero el mejor momento de la tarde fue cuando una compañera de trabajo de mi chico le dio un globo y le animó a que se acercara a ella. Nuestra peque cogió el globo con las dos manos, pero en lugar de ir hacia la chica miró a su padre y comenzó a dar pasitos cortos pero seguros hacia él. No nos lo podíamos creer... estaba caminando! Otras mujeres que estaban por allí se dieron cuenta de que era la primera vez que lo hacía sola, y se acercaron (como para no darse cuenta si se nos veía la lagrimilla en el ojo a su padre y a mi... jeje). Entonces mi chico puso a la niña mirando para mi y yo la llamé. Sin soltar el globo, y rodeada de gente, con su carita sonriente, comenzó a caminar de nuevo. Alguien contó unos 11 pasos o 12 pasos, pero podría haber dado más si no fuera porque ya había llegado a mi lado, donde no pude evitar abrazarla y comérmela a besos.

Reconocemos que el mayor mérito es de la niña, pero el que aquella chica le diera el globo y la animara a caminar cogiéndolo con las dos manos fue crucial para que se lanzara a hacerlo sola. Tal vez porque no quería soltar el globo y por eso no se agachó a gatear, o porque no veía el suelo y mucho menos sus pequeños pies y creyó estar sujeta a algo y se lanzó. O porque ya tocaba y se vio segura para hacerlo. Vamos, que ha merecido la pena ir a ver a Papa Noel!!

Ahora intentamos que se suelte de vez en cuando, pero en casa no lo hace y creemos que es porque está muy acostumbrada a gatear este suelo de forma muy cómoda, pero fuera de casa, con su calzado de calle, parece que le apetece más. Y si no va sola, nos da una mano y va muy suelta!

Qué felicidad verla tan independiente, qué penita ver que mi bebé se hace mayor...

No hay comentarios:

Publicar un comentario